Homenaje a la Universidad Central de Venezuela en sus trescientos años de fundación
Por: Dr. Roberto Rincón Morales
PÓRTICO
En la Edad Media, hubo una división del trabajo, y como consecuencia, muchos oficios se transformaron en artesanías, y así, el oficio de curar se transformó en un arte de curar, con conocimientos de maestros a aprendices, que se agremiaron y protegieron por su importancia en la vida social y económica. Desde 1477, en la Península Ibérica, se estableció por Ley que los Protomedicatos y los Alcaldes Mayores Examinadores debían en todo el reino, “examinar los físicos y cirujanos, ensalmadores y boticarios, especieros y herbolarios y otras personas que en todo o en parte ejercieren estos oficios… para que les den cartas de examen y aprobación” (Archila. Ricardo. 1961).
Por ello, en las Leyes de Indias, se ordenaba que no se permitiera el trabajo profesional de Médicos, Cirujanos, Boticarios, Barberos, Algebristas y Romancistas que no tuvieran títulos de Universidades aprobadas y reconocidas, ni que no fueran autorizados por los Protomedicatos. Estas diligencias tenían que hacerse personalmente. Ordenaba que las Fiscalías de las Audiencias debían proceder en consecuencia. (Otte, Enrique. 1963). El Protomedicato fue una institución romana que el Rey Alfonso III de Aragón desarrolló plenamente entre 1285 y 1291. En el siglo XVI, Felipe V acrecentó sus facultades y las extendió a las Cátedras de Medicina y al control de la profesión. Carlos V propuso para las Indias las mismas facultades que tenían en Castilla (Rondón Morales, Roberto. 2007).
En el siglo XVI, varios médicos españoles y canarios se residenciaron en Venezuela, donde ejercían al lado de curanderos que trabajaban libremente por descuido de las autoridades municipales y provinciales (Archila, Ricardo. 1956).
En 1583, se radicó en Caracas el médico castellano Don Miguel Gerónimo, que ejerció con éxito y beneplácito de la población, pero según Ricardo Archila, “llegaron cerca de 200 médicos durante la Conquista, que en general tenían mala preparación y manifiesta mediocridad”.
Por ello, a partir del siglo XVII, empezaron las primeras reacciones contra el ejercicio ilegal de la medicina, por lo que los Cabildos decidieron revisar y autorizar el trabajo médico, a veces a no médicos, por la inexistencia del Protomedicato (Rodríguez Rivero, P.D. 1931).
LA CREACIÓN DEL PROTOMEDICATO
Las primeras gestiones, sin éxito para establecer el Protomedicato en Venezuela fueron en el siglo XVII, realizadas por el Doctor Bernardo Francisco Marín de Guzmán. También en 1701, el médico lusitano Joseph Ruy Carvallo, alegando que en Caracas “suelen introducir títulos de médico diferentes personas así extranjeras como españolas, es por lo que tramitó ante la Corona, el Protomedicato”. Hubo otras diligencias fallidas para establecer esta Institución, y para ofrecer clases en una primera Escuela de Medicina, hechas por el médico español Don Sebastián Vizena y Seixas quien ejercía la profesión en Caracas en 1727; y los Bachilleres en Medicina también españoles, Jaime Llenes y Francisco Fontes en 1740. En 1727, Don Sebastián Vizena y Seixas intentó también sin éxito un curso de Medicina, que fracasó por no inscribirse estudiantes (Martínez, Rafael Angel. 1974).
La Real Cédula dictada en Aranjuez por Carlos III, el 14 de mayo de 1777, estableció el Protomedicato, un tanto retardada la decisión porque ya existía Cátedra de Prima de Medicina en Caracas desde 1763. En Venezuela, el Protomedicato fue unipersonal y no colectivo o corporativo. Lorenzo Campins y Ballester, primer Protomédico, justificó también el Protomedicato “para suplir la escasez de profesores de Medicina y para combatir por ese medio las fatales consecuencias del curanderismo abiertamente tolerado” (Archila, Ricardo. 1961)
El Protomedicato existió hasta el 25 de junio de 1827, cuando el Dr. José María Vargas, con el apoyo de Simón Bolívar, creó la Facultad de Medicina en Caracas, y las responsabilidades de ese ente se las traspasó a la Facultad.
El Protomédico Lorenzo Campins y Ballesterr” “inspirado en un celo por el carácter honorífico de la profesión, y deseoso de sacar la caterva de medicastros y curiosos, y en su lugar, formar hombres de educación profesional y verdaderas luces, concibió con razón que no había otro medio más adecuado que propagar estas luces y formar médicos en Caracas”. (Vargas, José María. 1934)
LA INSTALACIÓN DE LOS ESTUDIOS MÉDICOS EN CARACAS
El Dr. Lorenzo Campins y Ballester creó la Cátedra de Prima de Medicina, clases en la mañana, el 10 de octubre de 1763, en la Real y Pontificia Universidad Santiago de León de Caracas. Sucedieron a Campins y Ballester, Francisco Molina, Vicente Fajardo, Felipe Tamariz, este por 26 años, y finalmente, José Joaquín Hernández hasta 1827, cuando dejó de existir el Protomedicato.La cátedra de Prima de Medicina de Campins y Ballester contó sólo con cinco alumnos: los hermanos Francisco y Juan Antonio Navarrete, Enrique Rinaga, Juan Caballero y Juan Bautista Oberto. Había un solo profesor para dictar un pensum teórico con Fisiología e Higiene, Patología y Terapéutica, complementado con algunas nociones de orina y pulso. El primer graduado no fue uno de los cinco estudiantes iniciales, sino que fue Don Francisco de Molina, el 17 de abril de 1785, veintidós años después de iniciada la clase de Prima de Medicina (Martínez, Rafael Angel. 1974). La explicación de esta situación se basa en que en la época colonial, la Universidad era para élites y blancos, y la Medicina era considerada como una profesión indigna por los mantuanos. La falta de interés por la Medicina también se debió a que, en ese siglo, los curanderos y curiosos asumieron la casi totalidad de la atención de los pacientes, ya que el curanderismo fue protegido por los conquistadores y soldados por ser una práctica sincrética entre creencias empíricas y mágicas de los indígenas y afrodescendientes unidas a tradiciones empíricas y mágicas españolas, judías, árabes y griegas traídas por los peninsulares. (Rondón, Roberto. 2007).
Don Francisco de Molina no sólo fue el primer graduado de Médico, sino el primer profesor venezolano de Medicina, “contraído a su profesión y mucho menos instruido que su maestro, no hizo otra cosa en el ministerio de la enseñanza pública más que seguir la senda trazada por su antecesor” (Travieso, Carlos. 1974).
Médicos conocidos como Savoyano, el Dinamarqués y el portugués Flores ejercieron antes de Campins y Ballester. Posteriormente a él, ejercieron los doctores Ubicueta, Zúñiga, Socarrás, Aranda, Canibens, francés; Morales; Herrera, sevillano; y luego, Limardo, Gallegos, Salias; Villarreal, yaracuyano; Guerra, Llamozas, Carrillo, “quienes fueron profesores distinguidos, con una conducta llena de honradez y decencia, conocimientos y prácticas sobresalientes, buenos vecinos, excelentes padres de familia y profesores atentos y caritativos”. Ya no hubo un solo profesor de medicina (Travieso, Carlos. 1974)
Los títulos emitidos eran Bachiller, Licenciado y Doctor en Medicina. Las tesis de grado se presentaban en latín, y se entregaban al Rector, al Doctor que coordinaba la presentación, a los Doctores Examinadores y al Cancelario de la Universidad para el registro del papel en Autos. Para optar a los grados, debían previamente haberse graduado de Bachiller en Filosofía, esto hasta 1788 cuando privó en la Universidad una etapa escolástica con predominio de la enseñanza aristotélica (Leal, Ildefonso. 1981). Particularmente en Medicina, predominaba no sólo el aristotelismo, sino el galenismo, el dogmatismo, el escolasticismo con gran atraso con respecto a Europa, en especial en la farmacología y la terapéutica, y con migración de los pocos médicos en el siglo XVII (Rondón Morales, Roberto. 2007).
Eran dos años de estudio para Bachiller, y cuatro para Licenciado; para Doctor debía haber ejercido por un lapso de dos años la profesión. Si aspiraba a ser cirujano, debía cumplir un año adicional. Igualmente, se exigía la formación en bellas artes y en dos idiomas: francés e inglés. El entrenamiento se hacía en hospitales caritativos y en asilos, bajo responsabilidad de grupos religiosos y filantrópicos privados. Guzmán Blanco en Decreto del 14 de julio de 1874, exigió para graduarse, además los estudios de idiomas alemán, griego y latín y conocimientos de Historia Universal. (Chalbaud, Eloi. 1971).
El Protomedicato se hizo ineficiente, y José María Vargas lo criticaba diciendo que era “Una mezcla, pues, de ignorancia rara y osadía, revestida de tono altivo y ostentoso de un señor trasatlántico en estas colonias, todavía consideradas en conquista; debieron ser los títulos exclusivos que tales médicos presentaban a la confianza pública. Los indígenas y curiosos herbolarios por una parte, y los no menos ignorantes, aunque presumidos médicos, por otra, debieron en estos tiempos demasiados oscuros, repartirse en estos países el arte de curar. (Rago Víctor. 1983).
LA CREACIÓN DE LA FACULTAD DE MEDICINA
Debido a esta situación, Simón Bolívar en su condición de Presidente de la Gran Colombia viajó a Caracas y reformó a la Universidad llamada Central de Venezuela en el Código de Instrucción Pública de la Gran Colombia de 1826. Ahora la designó Universidad de Caracas, y la dotó de Estatutos Autonómicos, el 25 de junio de 1827, que derogaron las anteriores Constituciones Obispales que regían a la Universidad. “Abrió la Universidad a todos los grupos sociales, liquidó los odiosos prejuicios raciales de la Colonia, aminoró el monto de los títulos académicos, mantuvo el principio de la autonomía universitaria e incrementó el número de cátedras para todas las Facultades”. Dotó a la Universidad de autonomía, secularización y patrimonio. El Dr. José María Vargas en su carácter de Rector de la Universidad de Caracas, creó la Facultad de Medicina con dos funciones: “1.- Propender al mejor orden de los diferentes ramos del arte de curar, así como fomentar las ciencias físicas y médicas del país, y 2.- Proponer a las Juntas de Sanidad, las medidas o reglamentaciones sanitarias y los métodos de tratamiento conveniente según el clima, la localidad y las enfermedades que reinen endémica y epidémicamente, y la de vigilar sobre el mejor arreglo de los establecimientos de la vacuna”. Reformó los estudios médicos, agregando a la Prima de Medicina propuesta por Campins en 1763, la Medicina y Anatomía, así como Prosector de Anatomía. La enseñanza de la Salud Pública se incluyó en el Programa de Fisiología e Higiene en el Plan de Estudios de 1827.
En la ley de Instrucción Pública de 1826 de la Gran Colombia, de la que Venezuela aun formaba parte, se señalaba en el artículo 83 sobre Higiene a las Facultades de Medicina: “Manifestar a los cursantes cuales son las reglas que deben seguir la administración civil de los pueblos para precaverse de las enfermedades epidémicas y contagiosas, en las ciudades, campamentos y navegaciones, como también para impedir la propagación del mal cuando una vez se ha declarado o para disminuir a lo menos su actividad”.
Cuando Simón Bolívar autorizó la creación de la Facultad de Medicina en 1827 en lugar del Protomedicato, “destiló todo lo bueno que existía dentro de las funciones del Protomedicato caraqueño, y dio continuidad a las instituciones sanitarias de la Colonia, otorgando a la nueva Facultad Médica la autoridad administrativa para examinar y revalidar los grados profesionales e inspeccionar las boticas”.
Además de la formación de médicos, a la Facultad de Medicina, mediante un Tribunal de la Facultad que se creó, asumió funciones de control sanitario, funciones antes atribuidas al Protomedicato. Este Tribunal de la Facultad estuvo activo hasta 1850, cuando fue suplido por una Sociedad Médico Quirúrgica, que asumió las funciones sanitarias.
A la vez que la Facultad de Medicina, también se tomó en consideración el Decreto de Simón Bolívar, que en el artículo 86, señalaba “la creación y organización en la Facultad de Medicina, de una Sociedad Médica de Instrucción, para debatir entre estas dos instituciones, los grandes temas de la Medicina, y no para la docencia”. Además, acumuló dentro de la Facultad “las reuniones académicas de donde había de salir amor a la investigación y perfeccionamiento profesional”. “Se trataba de diferenciar la vieja medicina colonial de la moderna medicina republicana”.
Esta Sociedad Médica de Instrucción se instaló bajo la dirección del Licenciado en Medicina José Luis Cabrera, que decayó hasta que el Dr. Eliseo Acosta, la reinstaló el 30 de marzo de 1850. A esta Sociedad le llamó la atención el tema de la anestesia general, que ya era conocida como parte de la modernización de la medicina. Esta técnica había sido anunciada por William T.G. Morton en 1846, en Boston, y se aplicó por primera vez en Venezuela, con cloroformo en 1849 por el Dr. Eliseo Acosta. El 28 de junio de 1851, en esta Sociedad se analizó la utilización de los opiáceos y “solanáceas virosas”, lo que representó un siglo de adelanto en relación con los conceptos de farmacodinamia; y contra la opinión de un célebre médico clínico francés Trousseau. En el siglo XIX tomó importancia la Botánica y la Química Moderna, la Química Médica. Cambiaron con la Farmacología Clínica la tradicional forma de tratar las enfermedades. Jerónimo Eusebio Blanco entre 1850 y 1883 modernizó los estudios médico legales. (Guerra Francisco. 1976).
En 1826, José María Vargas abrió una clase privada de Anatomía, que incorporó a la Universidad en el año 1827. Este año ascendió, siendo Rector, la Medicina de Facultad Menor a Mayor, y por lo tanto, se emitían títulos de Bachiller, Licenciado y Doctor en Medicina. De otro lado, Vargas decretó una reorganización de la Facultad y descartó la terminología anticuada y los textos denominados por sus autores y no por el contenido, que se habían repetido por siglos en las aulas. “No se habló más de Canon o de Prima (Clases en la mañana) y Vísperas (Clases en las tardes) de Medicina, aun cuando siguieron las advocaciones a Santo Tomás y a la Inmaculada Concepción. (Leal, Ildefonso. 1981)
Pasaron a ser materia de estudio, a partir de 1827, “las ciencias propiamente médicas como la Anatomía, Fisiología, Higiene, Patología, Medicina, Cirugía Práctica, Terapéutica, Materia Médica y la Medicina Legal, Física, Química y diversos ramos de la Historia Natural”. Las tesis dejaron de presentarse en latín. En 1832, fundó la clase de Cirugía y Química. En 1837, reanudó actividades en las cátedras fundadas por él: Anatomía, Cirugía, Obstetricia y Química. En 1841, dio dos años de duración a los estudios de Medicina Legal, decisión que tomó junto con el Rector de entonces. Así transcurrió la educación médica, casi inamovible hasta finales del siglo XIX. El manejo de las epidemias era casuístico y hecho por comisiones especiales que luego desaparecían. En ocasiones, se acompañaban de rogativas y procesiones como en la Colonia (Rondón M. Roberto. 2007).
Los Estatutos de la Facultad de Medicina de Caracas fueron ratificados por el Presidente de Venezuela José Antonio Páez el 5 de febrero de 1863, quien emitió un Decreto “para reorganizar la Facultad de Medicina, y la denominó Academia Nacional de Medicina”. Pero desde antes, en 1843, siendo Presidente Carlos Soublette, las Estatutos de la Universidad de Caracas fueron subsumidos por una Ley de Instrucción Pública, aun cuando se permitió seguir eligiendo de las Autoridades por la propia Universidad. Se inició un proceso creciente de dominación gubernamental sobre la Universidad y pérdida de su autonomía financiera y académica, disminuida hasta Juan Crisóstomo Falcón en 1863. Antonio Guzmán Blanco, el 15 de julio de 1871 derogó los Decretos de Bolívar, Páez y Falcón. Dejó a la Facultad de Medicina sobre las mismas orientaciones y bases anteriores, pero creó dos organismos complementarios: el Consejo de Médicos que tenía atribuciones de Tribunal y el Colegio de Médicos, que además de académico, tenía funciones de ente disciplinario profesional, y por lo tanto, eliminó estas funciones que antes eran de la Facultad. (Publicación de la UCV y APUCV sobre los Estatutos Republicanos. 1827).
El edificio, sede de la Universidad y de la Facultad de Medicina desde 1856, fue antes convento franciscano de Santa Rosa, Dirección de Instrucción Pública, sede del famoso Colegio de Feliciano Montenegro y Colón, y Palacio Legislativo donde ocurrió el conocido y lamentable atentado de 1848. Antonio Guzmán Blanco reconstruyó esta sede con un frente gótico y edificó un Anfiteatro y una Sala de Autopsias, e insistió en la modernización de la enseñanza. (Silva Alvarez, Alberto. 1974).
A partir de Guzmán Banco, la Facultad de Medicina dejó de funcionar por sus propios Estatutos, y empezó a regirse por la Ley de Instrucción Pública y sus reglamentos, alejando a la Facultad de sus funciones de control de los servicios sanitarios que ejercía desde 1827 mediante el Tribunal de la Facultad al suplir al Protomedicato. Ahora era el Ejecutivo Nacional el encargado de elaborar los Planes de Estudio de Ciencias Médicas, designar profesores, aprobar programas, textos, exámenes y grados. También decidió que la Facultad de Medicina estaría dirigida por un Presidente y un Vice Presidente; un Primer y un Segundo Representante Principal; un Primer y un Segundo Suplentes; Un Primer y un Segundo Examinador. Se decretó una actualización de los costos de grado en la Universidad. Si eran bachilleres, debían depositar 30 pesos; y si eran Doctores 133 pesos, que se repartían entre emolumentos, gastos e ingresos universitarios (Silva Alvarez, Alberto. 1974).
Según el Dr. Ricardo Archila, la enseñanza después de 1827 seguía siendo teórica, sin disecciones anatómicas, prácticas de laboratorios ni hospitalarias. Sólo tenían que aprender de memoria los textos franceses que recomendaban los maestros. Antipedagógicamente, impartían su enseñanza por medio de explicaciones orales y lecciones de memoria. No había diferencia con el anterior período colonial del “magister dixit”. Todavía en 1880, continuaba la falta de prácticas clínicas de calidad y persistía el entrenamiento en hospitales caritativos y asilos para enfermos pobres.
En 1883, con Antonio Guzmán Blanco, se decretó una Ley de Instrucción Superior y Científica, con cursos que se abrían cada dos años, y con un Plan de Estudios de Ciencias Médicas: 1.- Anatomía General e Higiene Pública y Privada. 2.- Anatomía Descriptiva y Fisiología e Higiene. 3.- Patología General, Medicina Operatoria y Cirugía. 4.- Patología Interna, Obstetricia y Cirugía. 5.- Química Inorgánica, Terapéutica y Materia Médica. 6.- Química Orgánica Animal y Vegetal, Medicina Legal y Toxicología.
De otro lado a finales del siglo XIX, empezó a actuar en la salud la filantropía privada que desplazaba a la caridad cristiana venida desde la Colonia. En 1883, se construyó el Hospital Linares para niños. En 1888, los Drs Francisco A. Rísquez y José M. de Los Ríos crearon la Clínica de los Niños Pobres patrocinada por la Sociedad del Tributo a los Pobres, y que sirvió para la enseñanza de la pediatría. En 1895, se creó el Instituto Pasteur por el Dr. Santos Dominici para elaborar productos biológicos y vacunas. Hubo también un proceso de medicalización de los hospitales en Caracas, antes en manos de personal caritativo, iniciado el proceso con la Casa Nacional de Beneficencia y el Hospital Civil de Mujeres. (Alegría, Cefererino. 1967).
A pesar del Plan de Estudios Médicos de Guzmán Blanco en 1883, todavía hasta 1891, prevaleció en su mayoría el Plan de Estudios puesto en práctica por el Dr. José María Vargas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Caracas, aun cuando con cambios en la denominación y ubicación de las cátedras. Había todavía seis cátedras, profesores sin estabilidad ni dedicación, clases teóricas sin disecciones ni laboratorio, a pesar de que desde Junio de 1876, el Presidente Antonio Guzmán Blanco había decretado una Sala de Autopsias para reforzar los estudios de Anatomía, Cirugía y Clínica. (González Guerra, Miguel.1988).
MODERNIZACIÓN DE LOS ESTUDIOS MÉDICOS
En 1891, regresó de Francia el Dr. José Gregorio Hernández, y por su recomendación, el Presidente Andueza Palacios separó Fisiología e Higiene, e impulsó la Histología, la Bacteriología así como la Fisiología Experimental. Entre 1891 y 1895, hubo un proceso de modificación y modernización de los estudios médicos impulsadas por los Drs. Luis Razetti, Francisco A. Rísquez, Pablo Acosta Ortiz, graduados en exterior, y Calixto González, Elías Rodríguez, Emilio Conde Flores y Miguel Ramón Ruiz.
En los cambios en el Plan de Estudios propuestos por los educadores anteriores, se ratificó la Histología y la Fisiología Experimental y Bacteriología. Se establecieron las disecciones. Aparecieron nominalmente, Pediatría, Ginecología y Antropología. Hubo reubicaciones de cátedras.
En los últimos años del siglo XIX, se abandonaron definitivamente las enseñanzas de Aristóteles, Hipócrates, Celso; y la ciencia y el positivismo modernizaron al país y a la medicina por conocimientos venidos principalmente de Francia e Inglaterra, y por médicos formados allá que trajeron la teoría microbiana de Pasteur, la antisepsia de Lister, pero a la vez, conocimientos de autores alemanes e ingleses como como William Culen, Hermann Boerhaave, Federico Hoffman, Thomas Sydenham, George Ernst Stahl, Richard Brihgt. Luego Bichat, Russel, Pinel. Todo esto fue construyendo un modelo de medicina científica. (Vanini de Gerulewicz, Marina. 1974).
Influyeron también Luis Daniel Beauperthuy en Parasitología, José Gregorio Hernández creador de la Fisiología Experimental, José Manuel de los Ríos, Carlos Arvelo, Manuel Vicente Díaz en Botánica Aplicada; Vicente Marcano en Química, Bioquímica y Farmacología; Manuel Antonio Dagnino en Farmacología; Francisco Antonio Rísquez en Fármaco clínica; Alfredo Machado en afecciones febriles; Gaspar Marcano en Etnografía y Antropología; Francisco Soto en Fármaco Clínica; Antonio María Pineda; Manuel Antonio Fonseca ambos especialistas en Fiebres y Hepatologías; Lisandro Alvarado, en Investigación Clínica. (Granier- Doyeux, Marcel. 1974).
Los médicos Luis Razetti y Santos Dominici recién regresados de su formación en Europa, convocaron el 13 de marzo de 1893 para conformar la Sociedad de Médicos y Cirujanos de Caracas y la Gaceta Médica de Caracas, ya que las publicaciones previas se realizaban en “La Escuela Médica”, “la Unión Médica”, “Eco Científico de Venezuela” y “El Naturalista”, de vida efímera.
A finales de siglo y como consecuencia de lo anterior en la Facultad de Medicina, se implantaron lentamente los pensamientos y prácticas de los principios anatomo clínicos, fisiopatológicos y etiopatogénicos para dar una orientación definitivamente científica a la formación de los médicos. El Hospital Vargas jugó un papel determinante en este proceso de modernización, influido por la enseñanza medica francesa.
Para la Facultad de Medicina regresaron egresados de Universidades inglesas y francesas, que conformaron también la estructura técnica inicial de la Salud Pública bajo responsabilidad oficial del gobierno nacional desde principios del siglo XX. Organizaron la Higiene, futura Salud Pública, el Saneamiento Ambiental, Ingeniería Sanitaria con disposición de aguas y deshechos, vivienda, la Vigilancia e Inspección de Medicaturas en Ciudades y Puertos, la inspección sanitaria y control de alimentos, medicamentos y bebidas, las estadísticas demográficas, el registro de enfermedades de denuncia obligatoria, las vacunas, la lucha contra endemias. Múltiples códigos y reglamentos y la creación de la Oficina de Sanidad Nacional, origen del futuro Ministerio de Salubridad y Agricultura y Cría en 1930, transformado en Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en 1936.
EL HOSPITAL VARGAS
Para mejorar los servicios de salud y la formación médica, desde 1857 se habían hecho gestiones ante los Presidentes de la República para construir el Gran Hospital de Caracas a fin de superar la docencia y la asistencia a personas desposeídas, y para dar cabida a las especialidades de la medicina.
Para resolver esta situación, se fundó el Hospital Vargas. Decretado por el presidente José Juan Rojas Paul en 1888, con una estructura similar al Hospital Larobosiere de París. El Dr. Calixto González, asesor del Presidente y miembro de la Junta Administradora de Hospitales, le manifestó la necesidad e interés por un nuevo Gran Hospital para Caracas. El Decreto al respecto lo firmaron el Presidente J.J. Rojas Paul, el Ministro de Relaciones Interiores N, Borges y el Ministro de Obras Públicas, Jesús Núñez Tovar. La motivación para esta construcción se basó “en las deplorables condiciones sanitarias y la necesidad de organizar la atención hospitalaria, así como en una expresión de la voluntad y solicitud de médicos y profesores universitarios”. El proyecto del hospital se responsabilizó a los Drs. Calixto González, Benardino Mosquera, Elías Rodríguez, Nicanor Guardia, Guillermo Morales, Rodolfo Basalo y Miguel Ruiz. Costó Bs. 3.242.348. Este hospital fue inaugurado el 1 de enero de 1891 por el Presidente Raimundo Andueza Palacios, quien lo había terminado y equipado. El Hospital tenía veinte salas con capacidad para veinte pacientes cada una. En ese año, se fundó también la Cruz Roja y el Hospital Psiquiátrico de Caracas (González Guerra, Miguel. 1998).
El 31 de enero de 1895, el Presidente Joaquín Crespo decretó que en el Hospital Vargas se instalarían las cátedras de Clínica Médica, Anatomía Patológica, Clínica Quirúrgica, y Clínica Obstétrica y Ginecología, dependientes de la Facultad de Medicina.
Fue el inicio de la participación gubernamental en la atención a la salud. Fue un gran avance para la docencia. Allí se realizaron los internados y externados para los estudiantes, propuestas del Dr. Luis Razetti y Pablo Acosta Ortiz. Se inició allí también la enseñanza de las materias clínicas de especialidades. A partir de 1928 y hasta 1936, los estudiantes de la Universidad de los Andes terminaban los estudios médicos en el Hospital Vargas por falta de un hospital en Mérida. (OPS. 2003).
LA MODERNIZACIÓN DE LOS ESTUDIOS MÉDICOS CONTINUO
Un hecho interesante en este movimiento renovador había sido la eliminación del título de Bachiller en Medicina, y la aparición a partir de 1893, de la Sociedad de Médicos y Cirujanos que publicó la Gaceta Médica de Caracas, donde empezaron a publicarse temas de educación médica.
En 1896, con Joaquín Crespo se hizo otra reforma de los estudios médicos con cambios de nombre, separación de cátedras, su reubicación y la incorporación de otras como Embriología y Anatomía Patológica. En un Código de Instrucción Púbica de 1904, con Cipriano Castro desaparecieron como materias independientes, Pediatría, Obstetricia y Antropología, que eran materias nominales en el anterior Plan. La clausura de los estudios médicos en la Universidad de Los Andes en 1905 por Cipriano Castro, obligó a los andinos a viajar a Caracas o al exterior para realizar estos estudios. Entre 1906 y 1911, en el Plan de Estudios, se incluyeron las especialidades médicas Pediatría, Ginecología y Obstetricia.
Se realizaron por primera vez, concursos para las cátedras: Anatomía y Medicina Operatoria, con el Dr. Rafael González Rincones; Histología, Fisiología y Bacteriología, con el Dr. Rafael Pino Pou; y Física y Química Biológica, con el Dr. Juan Bautista Ascanio Rodríguez. Se reinstauró la catedra de Antropología con el Dr. Elías Toro.
Las clínicas de especialidades se incorporaron como cátedras libres: Clínica de Vías Génito Urinarias con el Dr. Martín Herrera; de Dermatología y Sifilografía con el Dr. Manuel Pérez Díaz y Clínica Oftalmológica.
Por Decreto de Instrucción Pública de 1912, el Ministro Felipe Guevara Rojas, médico, organizó un Plan de Estudios con diez y seis cátedras. Ese año, siendo Rector, se enfrentó con gran parte de los profesores de la Facultad de Medicina, en especial con el Dr. Pablo Acosta Ortiz, conflicto que culminó en septiembre de 1912 con la expulsión de 2 estudiantes y con la destitución de once de los catorce profesores de esta Facultad, luego de lo cual, Juan Vicente Gómez ordenó el cierre de la Universidad. Las Facultades fueron reabriendo paulatinamente sus actividades académicas, entre ellas, medicina en abril de 1915, bajo la figura de Facultades independientes, y con títulos que emitía el Ministerio de Instrucción Pública, y no la Universidad.
No obstante, en una Ley Orgánica de Instrucción Pública del 30 de junio de 1915, se tomaron unas decisiones que modernizaron la organización de la Facultad. Se definió que el título de Doctor era honorífico, y que el título de los egresados de Facultades de Medicina sería Médico Cirujano. También se definió que la Facultad son todos los Doctores que se hubieren graduado en una respectiva ciencia, residentes de las localidades donde funcionan las Escuelas de Estudios Superiores. Los miembros de las Facultades se clasificaron en Ordinarios y Honorarios. El Consejo de la Facultad estaría presidido por el Director de la Escuela, y no por todos los Doctores, que antes escogían un Presidente y un Vice Presidente de la Facultad.
Al abrirse la Universidad en 1922, se obligó al Rector Dr. David Lobo Senior a presentar quincenalmente un informe pormenorizado de la marcha de cada Escuela. (Carvajal, Leonardo. 2011).
También hubo una gran presión por modernizar a la Facultad de Medicina para que se garantizaran diagnósticos y tratamientos científicos, el conocimiento de la patología nacional y las prácticas de prevención de enfermedades. Las cátedras libres de especialidades formaron parte del Plan de Estudios: Pediatría con Luis Felipe Blanco; Toxicología con el Dr. Enrique Meier Flegel; Materia Médica, Terapéutica General, Terapéutica Especial y Farmacología y Toxicología con los Drs. Vicente Peña y Juan Antonio Díaz; Deontología con el Dr. Juan Antonio Díaz; Medicina Tropical. Este Plan de Estudios se contempló en el Código de Instrucción Pública de junio de 1924. Desde 1929, los cursos se iniciaron anualmente.
La primera mujer que ingresó a la Facultad de Medicina fue la guayanesa Virginia Pereira Alvares en 1911, pero por cierre de la UCV en 1912, terminó los estudios en Filadelfia en 1920. (Guerra, Francisco. 1974). El 27 de marzo de 1912, revalidó la Dra. Dolores María Ianessa de Esáa, siendo la primera mujer que recibió el título de Médico en la UCV. Luego, se incorporó otra mujer, Sara María Rosa Bendahan de Guatire, primera mujer que realizó todos los estudios en la UCV y graduó en 1936.
En los Códigos de Instrucción Pública de 1936 y en la Ley de Educación de 1940, se consagraron las especialidades médicas, y se pautaron los concursos para el ingreso de los profesores. Clínica de Traumatología y Ortopedia con los Drs. Armando Yánez y Herman de Las Casas; Clínica Tisiológica con el Dr. José Ignacio Baldó; Clínica de Otorrinolaringología con el Dr. Julio García Alvarez; Clínica Cardiológica con el Dr. Gustavo de La Plaza López; Clínica Ginecológica y Terapéutica con el Dr. Beltrán Perdomo Hurtado; Patología General y Fisiopatología con el Dr. Lorenzo Araujo y Patología Médica con el Dr. José María Ruiz Rodríguez. En 1937, se dividió la cátedra en Clínica de Ginecología con el Dr. Cruz Lepage y en Clínica de Obstetricia con el Dr. Leopoldo Aguerrevere. Se incluyeron cátedras de Radiología con el Dr. Augusto i Suñer, Dermatología y Sifilografía con el Dr. José Sánchez Covisa.
La etapa 1940 a 1945, se considera como la etapa de consolidación y la departamentalización. En la Ley de Educación de 1940, “se definió que la función de las Universidades se cumple en las Escuelas. Son Facultades aquella Escuelas cuyos estudios dan derecho al título de Doctor, que se reimplantó. La Escuela de Medicina de la UCV quedó así identificada como una Facultad. Se empezó a denominar por primera vez, la palabra Decano”. Por Resolución del 17.10.1937, se estableció que en la Escuela de Medicina, los cargos serían provistos por concurso “paso de mayor progreso para la instrucción superior y base fundamental para la autonomía docente universitaria”. Se restituyó el título de egreso de Doctor.
Se creó la cátedra de Técnica Quirúrgica con el Dr. Manuel Corachán García, de Técnica Anatómica con el Dr. Oscar Beaujon y Francisco Montbrun; y de Clínica Psiquiátrica y Neurología con el Dr. Ricardo Alvarez (Sánchez, Daniel. 2020)
A partir de 1940, la Facultad de Medicina prosiguió su desarrollo, con especial interés en la investigación y la extensión, más recientemente con el Programa Amazonas.
LA VIDA CONTEMPORÁNEA DE LA FACULTAD DE MEDICINA
Vivió el Decreto 408 de septiembre de 1946, mediante el cual, la Junta de Gobierno promulgó el Estatuto de las Universidades Nacionales, que autorizó la elección de los Decanos de las Facultades por profesores, estudiantes y egresados; no de las Autoridades que designaba el Ejecutivo Nacional. Luego la ratificación de este Decreto por el gobierno de Carlos Delgado Chalbaud en enero de 1949, a pesar del derrocamiento de Rómulo Gallegos, que provocó conflictos y huelgas en la Universidad, con cierres temporales, hasta 1951 cuando, debido a la renuncia del Rector Dr. Julio De Armas, se designaron autoridades provisionales presididas por el Dr. Eloy Dávila Celis, que al no controlar la situación, fue reemplazado por una Comisión de Reforma de la Universidad, que condujo al cierre definitivo en 1952, con un éxodo de estudiantes de medicina hacia la ULA y al exterior. Luego la Ley de Universidades Nacionales de agosto de 1953, que eliminó la autonomía, impuso cupos y altos cobros de matrículas y servicios, por Marcos Pérez Jiménez.
Finalmente, después de huelgas y sacrificios, encarcelamiento y exilio de profesores, en 1958 se promulgó por el Presidente de la Junta de Gobierno, Dr. Edgar Sanabria, profesor de la UCV, una Ley de Universidades con autonomía plena, la elección de sus autoridades y decanos por un Claustro y una Asamblea de profesores, estudiantes y egresados, y un cogobierno. Afectaron a la Facultad de Medicina los allanamientos de 1963 y 1969 y su cierre. (Rondón Morales, Roberto. 2005).
LA ESCUELA DE MEDICINA JOSE MARÍA VARGAS.
En 1940, se inició la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas, proyectada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, que fue inaugurada en 1953, para el traslado de la Universidad desde su sede de San Francisco en el centro de la ciudad. El 16 de mayo de 1956, se inauguró por el Ministro de Sanidad y Asistencia Social el Hospital de la Ciudad Universitaria. Al ocurrir esta inauguración, se trasladaron los pacientes del Hospital Vargas, incluidos los del IVSS. Como consecuencia, el gobierno nacional decidió cerrar el Hospital Vargas, entre otras razones circulantes, por su tentativa venta a la Universidad Católica que había decidido instalar una Escuela de Medicina.
Distinguidos profesores del Hospital Vargas, en especial de Medicina y Cirugía decidieron no mudarse al Hospital Universitario, con diferentes argumentos, y con el apoyo del Dr. Gilberto Morales Rojas, Director del Hospital Vargas y del Dr. Oscar Beuajon, Inspector de Hospitales del MSAS. En vista de esta situación, se decidió crear en el Hospital Vargas, un Núcleo Docente, adscrito a la Escuela de Medicina Luis Razetti de la Ciudad Universitaria, que empezó a recibir pasantes de medicina. En 1958, con el advenimiento de la democracia, se exigió una apertura de la Universidad, y específicamente de la Facultad de Medicina, en ocasiones con huelgas, manifestaciones y protestas. La solicitud de estudios de medicina no se podía satisfacer con las Escuelas de Medicina existentes, UCV, ULA Y LUZ. Por ello, el 1 de noviembre de 1960, la Escuela de Medicina, denominada inicialmente San Lorenzo, abrió el primer curso de la carrera de medicina, lo que fue legalizado en 1965 por el Consejo Nacional de Universidades. Se construyó un nuevo edificio en lo que era el viejo Instituto Anatómico para sede de la Escuela de Medicina llamada ahora José María Vargas. (Sánchez, Daniel. 2020).
El gobierno de Marcos Pérez Jiménez había creado el Instituto Autónomo de la Ciudad Universitaria para manejar esta zona. En el Decreto 17 de 3 de febrero de 1958, se ordenó el estudio de la forma para trasladar la Ciudad Universitaria para ser responsabilizada a la UCV. (Navas Blanco, Alberto. 2021).
LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO
En 1937, el MSAS por necesidades de personal especializado, inició cursos para Médicos Higienistas, al principio con profesores propios del MSAS pero luego, desde 1941, los profesores los proveyó la Facultad de Medicina, y las facilidades el Ministerio. El nexo entre el MSAS y la Universidad era la Cátedra de Higiene. Desde 1948, entre ambas instituciones llevaron a cabo estudios de postgrado en Tisiología, que desde 1953, fueron de Tisiología y Neumonología.
Entre 1950 y 1960, se estructuró una Escuela de Postgrado entre el MSAS y la UCV, que sería la base de una futura Escuela de Salud Pública para resolver problemas de personal en Radiología, Anatomía Patológica y Laboratorio.
Con este antecedente, en mayo de 1950, se planteó la creación de la Escuela de Salud Pública para acoger la función que no podía ampliar la Sección de Preparación de Personal del MSAS. Esta Escuela debería estar adscrita a la Facultad de Medicina. Pero este intento fracasó porque la Facultad de Medicina como tal, exigiría el título de bachiller, y el MSAS requería formar personal auxiliar. (Valladares, Rogelio. 1952).
También desde 1952 a 1960, se planteó la necesidad de ofrecer postgrados de especialidades amplias o fundamentales como Medicina Interna frente a las subespecialidades o especialidades lineales. En 1956, en una ponencia sobre Educación Médica y Salud Pública en el Primer Congreso Venezolano de Salud Pública y Tercera Conferencia Nacional de Unidades Sanitarias, se replanteó el tema de la Escuela de Salud Pública. Este proyecto culminó en 1958 cuando el Decano de la Facultad de Medicina de la UCV y el Director de Salud Pública del MSAS, y previa la aprobación de los Consejos de Facultad y Universitario, en noviembre y diciembre de 1958, firmaron el Acuerdo.
En 1958, resurge en la UCV la formación de los estudios de postgrado, ya que en ese año, la Universidad se abrió movida por esperanzas en la formación de personal profesional y técnicos “para ofrecer repuesta a la problemática y a las interrogantes que se podrían resolver mediante la investigación sistemática, el estudio y la reflexión”. Se planteó la creación de una Comisión Permanente de Postgrado y de Internado, y el nombramiento de un Adjunto al Decano responsable del Departamento de Estudios de Postgrado para formar internistas, otros especialistas, anatomopatólogos y radiólogos con un criterio integral de prevención y curación.
El Decano Dr. Carlos Gil Yépez presentó las Bases y Doctrinas para una Reforma de la Educación Médica en Venezuela. Imprenta Universitaria. UCV. Caracas. 1961. Como no había una preparación administrativa en la Facultad para estas nuevas tareas, se propuso de nuevo la creación de una Escuela de Salud Pública, teniendo como experiencia la de la Sección de Preparación del Personal del MSAS creada en 1948, que fue para el momento, una solución rápida e inmediata para formar Médicos Higienistas, que luego se amplió para cubrir otras actividades docentes del MSAS.
En esta Escuela se llevaron a cabo postgrados: 1.- Administración Sanitaria: Curso Básico para Médicos Rurales; Curso Medio de Salud Pública; Curso Superior de Administración Sanitaria Integral; Curso Internacional de Malaria y Enfermedades Exantemáticas; Curso de Postgrado en Leprología (Castillo, Félix Eduardo. 1985).
2.- Se realizaron también postgrados médicos: Medicina Interna, Anatomía Patológica, Puericultura y Pediatría; Tisiología y Neumonología; Cardiología; Urología; Anestesiología. En 1967, en el Tercer Seminario de Educación Médica y Primera Conferencia de la Asociación Venezolana de Facultades y Escuelas de Medicina – AVEFAM, se aceptó la idea de formar residentes asistenciales, avalados sólo por el MSAS, y residentes docentes, avalados por la Universidad.
En la VIII Asamblea Ordinaria de la Federación Médica Venezolana en Mérida en 1953 se analizó el tema de la función docente del Hospital y la necesidad de reglamentar el trabajo médico, lo que se ratificó en la Asamblea de la FMV en Trujillo en 1958 y en la XVI Asamblea Extraordinaria en Mérida, en 1969, momento en el que se rediscutió el tema de los estudios médicos de postgrado.
A partir de 1968, se separaron los cursos de especialidades médicas de la Escuela de Salud Pública, y se pasaron a responsabilidad exclusiva de la Facultad de Medicina y la UCV. Esto creó una controversia, por lo que “la FMV solicitó a la OPU, CORDIPLAN y CONICIT una Política Nacional de Postgrado de todos los cursos, “para que funcionaran como parte de un sistema educativo homogéneo, armónico y coherente dirigido a conquistar la meta del desarrollo independiente” (Rago, Victor. 1945).
De otro lado, en oficio 1-0907, la FMV, debido al carácter de consultor que le asigna la Ley del Ejercicio de la Medicina, “solicitó al Decano de la Facultad de Medicina, que se le pidiera opinión sobre los proyectos o programas de la Facultad en relación con los cursos de postgrado”. Entre tanto, en 1968, la Universidad Central de Venezuela promulgó un Reglamento General de Estudios para Graduados, que recibió observaciones de la FMV.
De otro lado, en 1969, en el Seminario Gran Colombiano de Seguridad Social celebrado en Quito, se insistió en la necesidad de colaboración de las Facultades de Medicina y los Institutos de Seguridad Social. El 4 de marzo de 1971, el Dr. Enrique Yéspica, Decano de la Facultad de Medicina de la UCV, informó que no había objeción sobre el proyecto de organización de la docencia del Departamento de Medicina del Hospital Pérez Carreño del IVSS en Caracas para darle rango universitario a los postgrados del IVSS. En 1972, el Dr. Rafael José Nery, Rector de la UCV firmó con el Dr. Freddy Hoyos, Presidente del IVSS, un acuerdo para acreditar por la UCV, la educación de postgrado de ese Instituto.
En diciembre de 1974, el Rector Rafael José Nery y el Dr. Luis José Silva Luongo, Presidente del IVSS, acordaron la realización de actividades de pregrado médico en el IVSS, al principio el internado de pregrado del último año. No enviaron estudiantes de tercer a quinto años, entre otras razones por oposición de la representación obrera en el IVSS, lo que al final se solucionó (Federación Médica Venezolana. 1985).
A partir de 1976, el Consejo Nacional de Universidades reglamentó los estudios de postgrado en el país. Los dividió en actividades de postgrado no conducentes a grados; y actividades de postgrado conducentes a grados de especialistas, maestrías y doctorados.
LA INVESTIGACIÓN
En los Estatutos de las Universidades Nacionales de 1946, en la Ley Orgánica de Educación Nacional de 1948 y en la Ley de Universidades de 1958, se fijó como una función primordial de la Universidad, la investigación, asentada en las cátedras y departamento, pero principalmente en Institutos. La Facultad de Medicina de la UCV, dispone de los Institutos Anatómico, Dr. José Izquierdo; Anatomopatológico Dr. José O´Dally, Cirugía Experimental, Inmunología, Medicina Tropical, Biomedicina y Medicina Experimental.
EL LARGO TRAYECTO DE AHORA
Es importante señalar, que en II seminario Nacional de Educación Médica en Caracas en 1964 y en la Asamblea Ordinaria de la FMV en Caracas en 1964, se analizó el tema sobe “Los Médicos que Venezuela necesita”, se determinó y aprobó que el objetivo fundamental de la educación médica de pregrado era la formación de un médico general (Federación Médica Venezolana. 1985), objetivo tras el cual ha ido la Facultad de Medicina, en especial en la Escuela de Medicina José María Vargas.
A partir de 1958, y bajo la premisa de la autonomía académica y organizativa, los estudios médicos fueron diseñados en tres niveles. Primero, la estructura y función normales del organismo. Segundo, las causas y manifestaciones de la alteración de la estructura y función. Tercero, las instituciones, los programas y medios para restaurar la estructura y función normales
Desde el último cuarto de siglo XX, se discute de manera persistente, el papel de la Universidad como resonancia de los problemas y soluciones políticas y sociales nacionales. La reforma de la Universidad. Una adaptación continua a nuevas situaciones como la modernización pedagógica, de la evaluación y de producción de materiales educativos audiovisuales; los estudios básicos, la semestralización, la departamentalización y la valoración en créditos de la enseñanza; la dedicación de los profesores, la respuesta a la alta demanda de estudios y la masificación estudiantil. Los bajos rendimientos estudiantiles sin asistencia, la inexistencia de carreras paramédicas e intermedias, La educación médica disociada del modelo económico y de salud del país, el trabajo rutinario sin innovaciones, agotado y alienado por burocracias, corporaciones y la tecnología. El enfoque de la formación hacia la calidad, la evidencia, la competencia, la excelencia, la ética. La telemedicina, la educación a distancia, la simulación. El aumento de la matrícula femenina. La revolución tecnológica, las nuevas formas de medicina y terapéutica. La intervención creciente de intermediadores financieros y la pérdida de autonomía profesional. La reducción de ideales y valores. Al lado, la Atención Primaria de la Salud, las oblaciones sub servidas y los costos crecientes de la atención, otros, como un reto que toca las puertas.
La Facultad de Medicina ha estado interesada en su autoevaluación, a fin de su acreditación frente a la sociedad, y su internacionalización por los nuevos escenarios por la mundialización.
Ahora, la Facultad de Medicina y sus dos escuelas médicas padecen los embates de la situación crítica global, sumada a la pandemia y al maltrato gubernamental.
Dr. Roberto Rondón Morales. Individuo de Número de la Academia de Mérida, Sillón No. 20
Julio, 2021
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Fuente de la imagen de fondo: https://ucvnoticias.wordpress.com/2020/12/22/la-ucv-se-acerca-a-sus-trescientos-anos/