Por: Dr. Roberto Rondón Morales*
INTRODUCCION
La Universidad de Los Andes, y todas las Universidades Autónomas en Venezuela pasaron por una crisis política que superaron, una presupuestaria que han padecido, pero ahora tienen una de supervivencia que las amenaza.
Los acontecimiento políticos.- El derrocamiento de la dictadura en 1958, por una coalición de los partidos existentes, Acción Democrática, COPEI, URD y PCV, creó un ambiente de unidad y solidaridad humana e institucional. En Mérida, se expresó en una Junta Cívica, integrada por los Drs. Carlos Febres Pobeda de COPEI; Rigoberto Henríquez Vera de AD; Omar Eladio Quintero de URD y Pedro Rincón Gutiérrez, independiente, y en un Frente Cívico Estudiantil con los bachilleres Francisco Gavidia, José Peñalver Gómez, Antonio Storey y Jorge Rad. Esta unidad llevó a la designación, el 4 de febrero de 1958 de las autoridades universitarias: Drs. Pedro Rincón Gutiérrez, Rector; Ramón Vicente Casanova de AD, Vicerrector y Germán Briceño Ferrigni de COPEI, Secretario. Se designaron Decanos Provisionales y los Brs. Jorge Rad Rached de COPEI y Carlos Muñoz Oraá de AD para completar el Consejo Universitario.
Los Drs. Casanova y Briceño fueron electos al Congreso Nacional. Esto coincidió con la convocatoria a elecciones universitarias en febrero de 1959, de acuerdo a la Ley de Universidades promulgada el 5 de diciembre anterior. Funcionó de nuevo la unidad política, y fueron electos, los Drs. Pedro Rincón Gutiérrez, Rector, Luis Elbano Zerpa Díaz de AD, Vicerrector; y José Juan Rivas Belandria, de COPEI, Secretario, por 4 años.
Esta unidad no ocurrió en los organismos estudiantiles, donde AD y el PCV se aliaron contra COPEI. En elecciones del 20 de noviembre de 1958, aquellos ganaron los Centros de Estudiantes en siete de las ocho Facultades existentes, salvo Farmacia. Los Presidentes de los Centros de Estudiantes elegían a la directiva de la FCU. AD y PCV la dirigieron con Ernesto Pérez Baptista y Enrique Vilela.
LA CRISIS POLITICA NACIONAL IMPACTO A LA UNIVERSIDAD
El espíritu unitario pronto se difuminó. El Presidente Rómulo Betancourt formó un gobierno unitario con COPEI y URD en 1959, pero URD se retiró por contradicciones, y de allí salió Fabricio Ojeda, jefe de guerrillas. Hubo una grave crisis económica con decisiones que fueron rechazadas, a lo que se agregó gran desestabilización política por intentos de golpes de estado, sublevaciones de la Armada y un atentado personal. Como demócrata, cuestionó la dictadura de Fidel Castro y la revolución cubana, que se presentó como un modelo liberador de los pueblos, defendida y propiciada desde 1960, por un partido marxista y revolucionario, salido de la juventud de AD, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria – MIR, con enfrentamientos callejeros, terrorismo y finalmente, la lucha armada, junto con el Partido Comunista, que fueron ilegalizados, y que crearon el Frente Armado de Liberación Nacional – FALN, con gran apoyo cubano. Perseguidos, líderes e ideas se refugiaron en las Universidades, donde hubo apoyo sentimental y político a la guerrilla. El gobierno señaló también apoyo físico mediante ocultamiento de guerrilleros y armas, que llevó al allanamiento de la UCV en 1966, y el cierre de sus residencias estudiantiles. Similares señalamientos se hicieron en la ULA, sin pruebas.
Como retaguardia de las guerrillas, Mérida y la ULA presenciaron fuertes enfrentamientos entre estudiantes de la llamada extrema izquierda y los socialcristianos, que fueron la contraparte gubernamental por la desaparición de la juventud universitaria de Acción Democrática al crearse el MIR; y en ocasiones, con la Policía y la Guardia Nacional, con heridos, detenidos y fallecidos. Hubo atrincheramientos en las Facultades de Medicina, Ingeniería y Residencia Masculina, ubicadas en la Avenida Tulio Febres, bastiones de la izquierda. Los conflictos se trasladaban hacia el centro de la ciudad, donde en el Edificio Central funcionaba la Facultad de Derecho, fortaleza de la juventud copeyana. Hubo acusaciones sobre la presencia de grupos llamados extremistas de derecha que disparaban contra las residencias y casas donde vivían dirigentes; y de asesores cubanos en las protestas y atrincheramientos en Ingeniería, por lo que se instalaron batallones de soldados cazadores antiguerrilleros en la ciudad, que generaron miedo, sobre todo después del fusilamiento del estudiante Carlos Bello dentro de la Facultad de Medicina y frecuentes tiroteos contra las residencias masculinas.
Esta inestabilidad alcanzó también al partido de gobierno COPEI, del cual nació una corriente marxista denominada Izquierda Cristiana, que apoyó al movimiento guerrillero, y provocó la llamada Renovación Universitaria en 1969, principalmente en la UCV, que aumentó la conflictividad e inestabilidad universitaria y el retiro de profesores de alta calificación, que fundaron la Universidad Simón Bolívar. Esta Renovación Universitaria tuvo poca repercusión en la ULA. La inestabilidad y conflicto nacional y universitario se vinculó al Dr. Jesús María Bianco, Rector de la UCV, lo que condujo a otro allanamiento en 1969, su destitución junto con autoridades, y la reforma de la Ley de Universidades de 1970, en la cual se limitó la autonomía universitaria al dar autorización al CNU para intervenir universidades y designar sus autoridades. Esta situación provocó grandes movilizaciones en favor de la UCV en la ULA.
Hubo críticas del gobierno nacional a la posición del Rector Rincón, afín a la de su gran amigo y colega Jesús Bianco. Así, al término de la gestión en 1963, los Drs. Zerpa Díaz de AD y Rivas Belandria de COPEI dejaron de acompañar al Dr. Rincón Gutiérrez, aunque este continuó siendo Rector. En la Ley de Universidades de 1958 no estaba prevista la intervención de la Universidad por la no elección de autoridades. Para dar término al rectorado del Dr. Rincón Gutiérrez, profesores afectos a los partidos COPEI y AD presentaron como candidatos al rectorado, a los Drs. Marcelo González Molina y Miguel Angel Burelli Rivas, sin éxito, por lo que su gestión rectoral se prolongó hasta 1972.
La conflictividad política por la guerrilla cesó por el proceso de pacificación de los Presidentes Raúl Leoni y Rafael Caldera entre 1963 y 1973, que implicó la legalización de los partidos. El PCV acordó finalizar la lucha armada, decisión no aceptada por el MIR, con el apoyo de Fidel Castro, lo que llevó a vociferantes asambleas, enfrentamientos y numerosos “deslindes”.
Estos afectaron principalmente al MIR, del cual salieron Organizaciones Revolucionarias, Bandera Roja dirigida por Carlos Betancourt y Gabriel Puerta, y Liga Socialista dirigida por Jorge Rodríguez y Carmelo Laborit, acusados del secuestro de William Niehous. Estos grupos se refugiaron en las Universidades, generando conflictos callejeros como estrategia movilizadora.
Américo Martín, dirigente del MIR creó Nueva Alternativa. José Vicente Rangel y Teodoro Petkoff crearon el Movimiento al Socialismo – MAS como una disidencia del Partido Comunista de Venezuela. Alfredo Maneiro tomó la vía de Causa Radical. Estos “deslindes” repercutieron en la Universidad porque crearon grupos de opinión, académicos y políticos, como Carta Académica, Plancha 8, Plancha 100, Convergencia Crítica, Movimiento de Participación Universitaria, Plancha 27, Plancha 3000, atrincherados en algunas Facultades. Fueron muy activos sobre todo en los procesos electorales, y lograron presencia en organismos representativos. La Liga Socialista lideraba protestas callejeras.
EL MANEJO DE LA CRISIS POLITICA POR LA UNIVERSIDAD
Esta crisis política de la Universidad se abordó con más Universidad.
1.- La universidad será más democrática, del pueblo humilde, de la clase media o alta, aspirante a obtener conocimientos sobre la verdad y los valores trascendentes del hombre y contribuir al desarrollo nacional, lo que no debe negarse, ya que la formación del talento es más importante que la formación del capital. Esto implicó ampliar las matrículas, crear el Ciclo Básico, y Facultades con una nueva estructura departamental, que no se logró, escuelas, institutos de investigación, Hospital Universitario, alianzas inter institucionales, creación de empresas con fines académicos y de autogestión. Más universidad con la formación técnica y científica de los profesores en el exterior, incluyendo personal administrativo; y en pedagogía, y yendo hacia los Núcleos Regionales.
2.- La universidad será más autónoma y con libertad académica, equivalente a la democracia para el país. Garantizará la libre generación de conocimientos e ideas, que se debaten y se refutan. Será refugio de ideas y personas sin cabida en la calle sólo por su concepción. Será una caja de resonancia ideológica de la sociedad.
3.- La universidad será más comunitaria, unida por razones espirituales e intelectuales, como una gran familia, con una autoridad basada en su formación moral, intelectual, social y no en poder, obediencia ni disciplina. Una comunidad protegida con servicios sociales para su bienestar. Una institución en crisis permanente por la composición joven y libertaria de sus integrantes, cuya convivencia se logra con diálogo, tregua, negociación, y con mecanismos propios de la institución, y con un canal de comunicación con la sociedad y el gobierno, con quienes comparte fines y soluciones.
Esta visión de la Universidad fue acusada de populista, y se propuso en su lugar, en un período rectoral, un modelo tecnocrático, pura academia, excelencia, eficiencia, calidad, selectividad, gerencia, que quedó en buenas intenciones y pocas realizaciones. Otro grupo universitario planteó una universidad de “buenos e impolutos”. La indisposición no permitió apreciar que la excelencia no es contraria a la función social.
DE LA CRISIS POLITICA A LA CRISIS PRESUPUESTARIA
La crisis política nacional y universitaria cesó por la pacificación de los presidentes Raúl Leoni y Rafael Caldera. En sus quinquenios, 1963 a 1973, hubo una generación económica por petróleo e impuestos que satisfacían las necesidades del presupuesto nacional y de las Universidades: UCV, ULA, LUZ, UC y UDO. Sólo se crearon entonces, tres Universidades: Centro Occidental Lisandro Alvarado, Simón Bolívar y Experimental Simón Rodríguez. En las siguientes Presidencias de 1973 y hasta 1983, la economía nacional se complementó con endeudamiento y altos precios petroleros, que al no ser permanentes, generaron desequilibrios fiscales y presupuestarios que se proyectaron a la Universidad.
En el gobierno de Carlos Andrés Pérez desde 1973, se tomaron decisiones que afectaron el régimen económico, y dentro de él, el número, salarios y beneficios del personal de instituciones públicas, incluidas las universidades, que aumentó nominalmente ya que el situado constitucional creció tres veces por altos precios petroleros. Dio gran importancia a la participación de Federaciones de Obreros y de Profesionales en las discusiones de las convenciones colectivas de trabajo, incluidas las universitarias, sin participación institucional. El Rector asistía sólo para presenciar la firma de las convenciones, pero él era el ejecutor responsable, y por supuesto, de los conflictos derivados del incumplimiento gubernamental de compromisos contraídos con los gremios. Además empezó un proceso de expansión desorganizada de universidades, y creó UNELLEZ, UNEFM, UNERG, UNA, UNET, UNEXPO
En el gobierno de Luis Herrera Campins siguieron el endeudamiento y los altos precios petroleros, lo que hizo que los países rehabilitaran pozos abandonados, y cayeran los precios. Hubo un gran aumento de los intereses de la deuda externa, fuga de capitales, déficit de balanza de pagos, reducción de las reservas internacionales. El 18 de febrero de 1983, llamado “Viernes Negro”, se suspendió la venta de divisas, se impuso un control de cambio, una gran devaluación y una inflación creciente que afectaron desde entonces a todos los sectores, incluidas las universidades. Se crearon las Universidades de Guayana, Rafael María Baralt, Pedagógica Experimental Libertador y Sur del Lago.
LA CRISIS PRESUPUESTARIA DE LA UNIVERSIDAD
A partir de 1983, el equilibrio entre economía nacional y presupuesto nacional se rompió. La Universidad solicita en su proyecto de presupuesto, recursos para el año, pero el Ejecutivo Nacional asigna recursos según la disponibilidad presupuestaria, por lo que se debe equilibrar en base a la cuota asignada, y como una obligación ejecutiva. El déficit se corregía con créditos adicionales, que dominaron el proceso presupuestario. Al final del año hay sobrantes, el saldo de caja, inexplicable en un presupuesto que se dice deficitario.
Según expertos, este modelo de presupuesto insuficiente y posteriores créditos adicionales, hizo que toda la Universidad y su dirección se anquilosaran y se convirtieran en administradores de la crisis, reactiva según el problema, intuitivas por experiencia, y personalista, sin sentido de equipo ni colaboración entre autoridades y sin rendición de cuentas. Las empresas de gestión dejaron de funcionar cuando la Universidad no pudo financiar sus nóminas y sus déficits, una contradicción.
DE LA CRISIS PRESUPUESTARIA A LA CRISIS DE SUPERVIVENCIA
El Documento Preliminar sobre el Proyecto Educativo Nacional de 1999 del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, el Plan General de Rectificación, Cambio y Renovación del Presidente Maduro de diciembre de 2014, y su programación en el Estado Mérida, señalaron:
El rol rector del MPPEU para toda la educación superior, que será parte de la política nacional de educación. Planificación de la municipalización de la educación superior tradicionalmente citadina, con Programas Nacionales que se municipalizarán con Universidades y profesores, y se adaptarán a las necesidades locales, nacionales e internacionales. . Asignación por la OPSU del 30% de los cupos
Implementación de la Misión Alma Mater en la cual, se adscribirán los trabajadores académicos y no académicos, y los programas; del Sistema Patria para el pago de salarios, bonos, pensiones, becas y otros; de un Sistema Nacional de Ahorros para el personal de la educación superior; Fortalecimiento de las políticas de FUNDAAYACUCHO y Becas Sucre para la becas de profesores y estudiantes; de los Planes de Atención y Cobertura de FAMES y SISMEU, todo centralizado en la OPSU y MPPEU.
Activación del Programa Venezuela Bella para el mantenimiento de parques, jardines, plazas y otros, y del Plan Universidad Tricolor para reparar y ampliar espacios educativos y otros. Diseño del Plan de Seguridad con el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia para la vigilancia y protección de las instituciones, todo centralizado en la OPSU Y MPPEU.
En Mérida, se constituyó un Consejo Estadal de Transformación o Municipalización, que incorporó a los Institutos Universitarios públicos: UNESUR, UNELLEZ, UNEFA, UPEL, Universidades Bolivarianas, del Magisterio, de la Seguridad, UPT, Geociencias, Salud, UNA y otros. La ULA no se ha integrado.
Este Consejo Estadal desarrolla 72 carreras, que incluyen programas de formación avanzada de maestrías y doctorados. Creó el criterio de Alma Mater, a la que se afiliarán anímicamente los profesores y estudiantes porque ahora el salario no lo otorga ninguna Universidad, que creaba un exclusivo compromiso. El personal es de cualquier Universidad, se compartirán profesores con dificultad de transporte, comedor, bibliotecas.
Eliminación del cargo de Vice Rector Administrativo. Hay una coordinación administrativa.
A MANERA DE SUGERENCIA
Hay dilemas planteados. El que cree que volveremos totalmente al pasado, y lo que hay que hacer es esperar; y el que no cree en esto. En este caso, hay el dilema autonómico, renovado y moderno propuesto por la Universidad, y el de la sujeción al Estado como una Dirección del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. Hasta ahora, ha habido una cohabitación que tendrá fin.
Si el camino es modernizar a la Universidad, debemos pensar sobre sus tres crisis: de hegemonía, de legitimidad y de funcionamiento. La crisis de hegemonía deriva de que la Universidad no es ahora el único ente de producción y formación intelectual. Además, hay la competencia de cincuenta universidades públicas y treinta privadas, que hacen lo mismo que nosotros.
La crisis de legitimidad nace de no entender y tener una posición dependiente de un Estado quebrado, que es quien financia totalmente a la Universidad, y que pierde cada vez más fuerza política y financiera, que las asume el sector privado y las transnacionales. Un reto inmediato es restablecer la confianza en el trabajo universitario frente a la seguridad del emprendimiento fuera de ella que trajinan muchos universitarios. La Universidad no ha apreciado que su financiamiento está en su saber.
La crisis de su estructura basada en jerarquías, órganos corporativos, múltiples niveles de decisión contradictorios, procedimientos engorrosos, compleja legalidad, cátedras, profesores activos, alumnos pasivos, currículum inflexible, lecciones y apuntes, aprendizaje de memoria, examen sólo presencial, que debe suplirse en tiempos de Tecnologías de Información y Comunicación y de Educación 4.0.
La autopoiesis nos convoca a pensar. No nos parezcamos al país. Volvamos al 23 de enero de 1958 para remozar a la universidad, una valiosa herencia que no debemos dilapidar.
Dr. Roberto Rondón Morales, Individuo de Número de la Academia de Mérida, Sillón No. 20.
* Discurso pronunciado el 3 de diciembre 2021 durante el Acto de Entrega de la Orden Pedro Rincón Gutiérrez de la Seccional de Profesores Jubilados, APULA.