Por: Ing. Carlos Francisco Abel Espinosa Jiménez
Introducción
Señores miembros de la Junta Directiva de la Ilustre Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat de Venezuela Académicos Eduardo Buroz Castillo Presidente, Marianela La Fuente Sanguinetti Vicepresidente, Griselda Ferrara de Giner Secretario, José Ochoa Iturbe Tesorero y Franco Urbani Patat Bibliotecario. Señores Académicos Individuos de Número, Miembros Correspondientes y Miembros Honorarios de esta prestigiosa Corporación Académica Nacional. Familiares, colegas, amigos, damas y caballeros que nos acompañan en este acto.
Es para mí un gran honor haber sido nominado en febrero de 2019 por la Junta de Individuos de Número como Miembro Correspondiente por el Estado Trujillo y hoy estar en este Acto Académico luego de presentar y aprobarse mi Trabajo de Incorporación titulado “Lagunas de estabilización en el medio rural venezolano. Caso: Zona Panamericana de los Estados Mérida y Trujillo, Venezuela”.
Quiero expresar mi agradecimiento a Dios por este privilegio que me ha concedido. Con humildad dedico este logro a la memoria de mi esposa la Médico Cirujano Paulanita Abreu Márquez de Espinosa, Médico de Familia, mi compañera de vida por más de 35 años, fallecida el 13 de febrero de 2020. Paulanita fue un gran apoyo en mi vida y le agradezco su amor, su paciencia y su dedicación a nuestra familia. Sin ella en mi vida no sé si estuviera hoy aquí con ustedes.
Mi disertación en este Acto Académico de Incorporación la haré abordando primeramente mi vinculación con el CIDIAT‐ULA (Institución donde me he formado y he ejercido y enseñado la Ingeniería), luego presentaré un resumen de mi Trabajo de Incorporación (TDI) y finalmente formularé unas reflexiones.
Mi vinculación con el CIDIAT‐ULA
El hoy Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial, Instituto de Carácter Experimental Adscrito al Vicerrectorado Académico de la Ilustre y Bicentenaria Universidad de Los Andes de Mérida (CIDIAT‐ULA), tiene su origen en el Proyecto 213 de la Organización de los Estados Americanos (OEA), titulado “Desarrollo de los Recursos Aguas y Tierras” (DRAT). Al inicio de la década de 1960 la OEA identificó la necesidad de crear un Centro de carácter Interamericano orientado a la “Gestión de Estado” para la capacitación de profesionales de América Latina y El Caribe en el “aprovechamiento integral” de los recursos aguas y tierras. Tres países solicitaron a la OEA la sede de este Centro: Argentina, Brasil y Venezuela. Finalmente la sede se le adjudicó a Venezuela. Es así como el 04 de febrero de 1965 se firma en Washington DC, en la sede de la OEA, el Convenio entre el Organismo Hemisférico y el Gobierno de Venezuela para materializar el Proyecto 213. La Universidad de Los Andes de Mérida se adhiere al Convenio el 16 de febrero del mismo año convirtiendo a la ciudad de Mérida en la sede del Proyecto 213, y el 30 de junio de 1965 el CIDIAT‐ULA inicia sus actividades. Los primeros diez años fueron para implementar el Centro en la Universidad de Los Andes de Mérida y la OEA contrató para tal fin a la Universidad del Estado de UTAH. En 1975 el Centro es nacionalizado como estaba previsto, y se establece el Programa Interamericano para dar continuidad a la “Gestión de Estado”. Dos miembros de esta Ilustre Corporación fueron actores fundamentales en esos años: el Académico Arnoldo José Gabaldón Berti (ex Ministro de Obras Públicas y Primer Ministro del Ambiente) y el Académico Germán Enrique Uzcátegui Briceño nuestro primer Director del CIDIAT, luego de su nacionalización.
Mi vinculación con el CIDIAT‐ULA data de septiembre de 1982, cuando vine a Mérida, Venezuela, becado por el Programa Interamericano de la OEA a participar en un curso de formación sobre “Modelos de Optimización en la Planificación de Recursos Hidráulicos”. En ese momento yo era un joven Ingeniero Civil de 23 años, vivía en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán en mi país de origen la República Dominicana, y laboraba a tiempo parcial para la Universidad donde estudié y en una firma Consultora en Ingeniería Hidráulica. Terminado este curso continué en 1983 con la escolaridad de la Maestría en Obras Hidráulicas la cual finalicé en 1985. A partir de febrero de 1986 comencé a laborar en la ejecución de Estudios y Proyectos para el CIDIAT‐ULA. En mis primeros diez (10) años (1986‐1996) realicé proyectos e investigación aplicada, fundamentalmente en Ingeniería de Recursos Hidráulicos. En paralelo ejercí la docencia en los Programas de Postgrado y de Cursos Breves del CIDIAT‐ULA. Fue para mí un gran privilegio formarme y trabajar bajo la supervisión directa de los Profesores Hervé Jégat, Alfredo De León, Armando Cubillos y Roger Amissial, Docentes e Investigadores Titulares del CIDIAT‐ULA.
Entre 1996 y 1999 siguiendo políticas de la Dirección del CIDIAT, salí fuera de Venezuela, a realizar un programa de formación en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, primero en el IHE‐DELFT en Holanda y después en la Universidad del Valle en Cali, Colombia. Este programa de formación fue financiado por el Gobierno de Holanda y el CIDIAT‐ULA.
Posteriormente entre el 2000 y 2003 realicé en la Universidad Central de Venezuela en Caracas, un proceso de formación, en Ingeniería Sanitaria orientado a Sistemas no Convencionales para TARM, en el Laboratorio de Procesos y el Laboratorio de Química Sanitaria del Departamento de Ingeniería Sanitaria de la Escuela de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería y en el Laboratorio de Plantas Acuáticas y el Laboratorio de Estudios Ambientales del Instituto de Zoología Tropical de la Facultad de Ciencias. Fueron mis docentes y supervisores directos el Profesor Felipe Rodríguez Mora (fallecido), la Profesora Griselda Ferrara de Giner y la Profesora Elizabeth Gordon Colón. Este período de formación fue financiado por el CIDIAT‐ULA con recursos propios y se complementó de igual manera con docencia en los Programas de Postgrado y Cursos Breves del CIDIAT‐ULA.
Entre 2004 y 2014 asumí responsabilidades gerenciales en el CIDIAT‐ULA. De 2004 a 2008 fui Coordinador del Programa de Investigación, formulando y ejecutando en Plan de Desarrollo del Laboratorio de Aguas y Suelos y del Laboratorio de Isótopos Naturales Estables del CIDIAT‐ULA. De 2008 a 2011 fui Coordinador del Programa de Enseñanza. Entre 2011 y 2014 Director del CIDIAT. En 2014 solicité mi jubilación como Profesor e Investigador Titular al entregar la Dirección del Instituto. Desde 2014 me desempeño como Coordinador del Programa de Asistencia Técnica del CIDIAT‐ULA y aún tengo y ejerzo toda mi responsabilidad académica y docente.
En el período 1986 al 2020 (en los últimos 35 años) pude hacer en el CIDIAT‐ULA docencia e investigación aplicada, y realizar estudios y proyectos conformando equipos trans‐disciplinarios, en variados temas de la Ingeniería de Recursos Hidráulicos, la Ingeniería Sanitaria y la Ingeniería Ambiental. Como resultado pude realizar más de 35 publicaciones en revistas arbitradas, libros y capítulos de libros. Así mismo fui tutor y cotutor de 18 Tesis de Pre y Postgrado, y pude acumular la experiencia de ser Coordinador y/o Ejecutor de más de 50 estudios y proyectos de ingeniería, muchos de ellos de importancia estratégica nacional y regional. Fue para mí un gran honor realizar carrera como docente e investigador de la Universidad de Los Andes adscrito al CIDIAT‐ ULA y ascender en el escalafón docente hasta la categoría de Profesor Investigador Titular. De igual manera en este período tuve la oportunidad de asistir a cursos de capacitación y pasantías en el extranjero y recibir formación complementaria en Japón (NIED‐Tsukuba, 1993), Indonesia (STC‐Yogyakarta, 1994), Holanda (IHE‐Delft, 2000), Italia (ICTP‐Trieste, 2003) y Alemania (UFZ‐ Leipzip, 2002 y 2003).
Me siento muy agradecido y satisfecho de haber compartido con todos mis compañeros y colegas del CIDIAT‐ULA los mejores años de la vida, y puedo afirmarles que con ellos aprendí y practiqué la disciplina del trabajo serio y honrado.
Resumen de mi Trabajo de Incorporación (TDI)
La Zona Panamericana de los Estados Mérida y Trujillo es una franja territorial que se desarrolla en el costado noroccidental de los dos estados siguiendo la dirección de la Carretera Panamericana en su trayecto entre la ciudad de El Vigía Estado Mérida hasta el sector Agua Viva en el Estado Trujillo. Representa la transición entre el piedemonte andino y la planicie del Lago de Maracaibo. Allí se ubican tierras de aptitud agrícola en uso de ganadería extensiva. Es un territorio con excelentes suelos y clima, surcado por caudalosos ríos que bajan por el piedemonte andino, con suficiente precipitación y días de sol brillante, condiciones ideales para la actividad agrícola y pecuaria. El Estado Venezolano consciente de esta realidad, desde hace décadas ha implementado programas de saneamiento del medio rural no disperso en esta zona, a través de los Programas de Acueductos y Cloacas Rurales e Ingeniería Sanitaria, del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y las Gobernaciones de los dos Estados. Estos programas tienen el objetivo de crear las condiciones sanitarias básicas y necesarias para el saneamiento y la calidad de vida, evitando así la migración al medio urbano del habitante rural.
El Trabajo de Incorporación que presenté a la Ilustre ANIH de Venezuela, tiene como objetivo visualizar y dar a conocer las cuantiosas y estratégicas inversiones realizadas por el Estado Venezolano en infraestructura sanitaria básica en el medio rural de la Zona Panamericana de los Estados Mérida y Trujillo. Allí existen, sólo en el Estado Mérida, entre El Vigía y Arapuey, unos nueve sistemas lagunares construidos y en operación, obras sanitarias ejecutadas con una excelente ingeniería. Estos sistemas reciben aguas residuales domésticas y municipales de distintas poblaciones contiguas a sus localizaciones. Los prototipos implementados son sistemas de lagunas facultativas, de una o dos lagunas en serie, con fondo y taludes revestidos en concreto y cercados perimetrales. En el Estado Trujillo se enfocó el estudio al uso de lagunas de estabilización para el tratamiento de efluentes de Plantas Beneficiadoras de Aves, que son muy comunes en la Parroquia la Esperanza del Municipio Andrés Bello de ese Estado Andino.
Con base en el Censo Nacional del 2011 se pudo cuantificar y calificar los servicios de agua para consumo humano, así como el desempeño de la infraestructura sanitaria de cloacas y sistemas de disposición de aguas residuales para los Municipios y Parroquias de la zona en estudio. Lo anterior implica también inversiones en infraestructura sanitaria básica del Estado Venezolano en el medio rural.
Luego se describieron en detalle los prototipos de lagunas implementados, se analizó con juicio crítico los modelos de dimensionamiento utilizados y se formularon observaciones sobre la disposición de las estructuras de entrada y salida.
Desde el año 2000 y como resultado de visitas realizadas a la Zona de Estudio, se pudo constatar la carencia de un Modelo de Gestión que garantice la sostenibilidad de estos sistemas lagunares. El Estado Venezolano ha invertido recursos financieros en la ejecución de infraestructura sanitaria básica en este medio rural, y una vez puestas en marcha nadie se responsabilizaba por operarlas y mantenerlas. Es así como en 2008 mediante una investigación realizada por una estudiante de Maestría del CIDIAT‐ULA bajo nuestra dirección, se desarrolla y presenta una propuesta organizacional para la Gestión de los Sistemas Lagunares de la zona de estudio, tomando en cuenta las etapas de un proyecto.
Con base a una asesoría realizada bajo mi responsabilidad a través del CIDIAT‐ULA, se hizo la evaluación de un sistema de lagunas depuradoras de los efluentes de una Planta de Beneficio de Aves ubicada en la Parroquia La Esperanza del Municipio Andrés Bello de la Zona Panamericana del Estado Trujillo. En esta experiencia se ilustra metodológicamente y con detalles el abordaje de esta evaluación, de cuyo resultado surge la propuesta de colocar un humedal construido al final del sistema lagunar existente.
Como un aporte adicional, dada la importancia y actualidad del tema, se cuantifican y comentan las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por aguas residuales municipales para todas las Parroquias de los Municipios de la Zona Panamericana del Estado Mérida y para las Parroquias del Municipio Andrés Bello del Estado Trujillo.
Reflexiones
Mi primera reflexión me lleva a afirmar que fue posible formarme en Venezuela con un adecuado nivel académico que me permitió realizar y continuar exitosamente estudios en otras disciplinas vinculantes de la Ingeniería, en instituciones de formación en el extranjero. Afirmo además, con base a mi propia experiencia de vida, y en esto quiero ser enfático, que Venezuela fue para mí un país de oportunidades, lo cual agradezco a Dios y a los hombres y mujeres de este país.
En Venezuela el Saneamiento es un Derecho Constitucional y se reconoce además como un derecho humano consagrado en Resoluciones de las Naciones Unidas. En el país el concepto de Saneamiento no sólo implica abastecimiento de agua segura y manejo adecuado de las aguas residuales; implica además control de vectores endémicos y dotación de vivienda adecuada y salubre.
El Saneamiento del medio rural venezolano se inicia en 1923 con el “Decreto sobre el Saneamiento de Los Llanos de Venezuela” y se consolida a partir de 1946 con la creación del Programa Nacional de Acueductos Rurales, asesorado por la Oficina Cooperativa Interamericana de Salud Pública (OCISP), establecida en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. En 1975 mediante Decretos de N° 1245 y N°1247 se responsabiliza a la Dirección de Malariología y Saneamiento Ambiental las funciones de: «Acueductos y disposición de excretas en beneficio de la población rural dispersa con el objeto de lograr su concentración en centros organizados«. A casi 100 años del inicio del Saneamiento en el medio rural venezolano, se han invertido muchos recursos en infraestructura sanitaria básica, pero seguimos cabalgando sobre los mismos problemas.
El sector agua y saneamiento en Venezuela, históricamente centralista, en la década 1990‐1999 trató con cierto éxito, de migrar a un modelo mixto descentralizado. A partir del año 2000 este proceso fue revertido al modelo centralista, conservando la misma estructura del modelo mixto descentralizado implementado en la década anterior. Bajo la óptica socialista se percibe que el agua tiene un sesgo social, ignorando que el agua es además un bien económico, conforme al cuarto postulado de la Gestión Integral de Recursos Hídricos.
En la Zona Sur del Lago de Maracaibo se localiza el 10% de las mejores tierras del país. La Zona Panamericana del Estado Mérida (ZPEM) se ubica en este territorio. La ZPEM es una región rica en recursos agua y tierra, con importantes extensiones de tierras con vocación agrícola pero en uso agropecuario y surcada por numerosos ríos y caños provenientes del piedemonte andino. Este divorcio entre uso y vocación de la tierra ha generado conflictos entre el Gobierno Nacional y los actores socioeconómicos locales. A lo anterior hay que añadir la no equitativa distribución de la tierra entre sus habitantes. La ZPEM se ha convertido en receptora de desplazados colombianos por la violencia, desde hace unos 30 años, quienes constituyen hoy la mayor parte de la mano de obra agropecuaria en la zona. Resumiendo la ZPEM es un territorio con alto potencial de desarrollo agropecuario y agroindustrial, pero también de alto potencial de conflictividad social por la poca equidad en la distribución de la tierra y la riqueza.
Existe una importante infraestructura de obras hidrosanitarias básicas construidas por el Estado Venezolano en la ZPEM, constituida por acueductos rurales, alcantarillados sanitarios rurales (cloacas rurales) y sistemas individuales de disposición de aguas residuales domésticas tipo tanque séptico y sumideros o campos de infiltración. A lo anterior hay que añadir nueve Sistemas de Lagunas de Estabilización. Las estadísticas básicas de los servicios de abastecimiento de agua, así como la cobertura de los sistemas de cloacas sanitarias, elaboradas con base en la información del Censo Nacional de 2011, corrobora la cobertura de los programas de saneamiento ambiental del medio rural implementados por el Estado Venezolano a través del MSAS.
Los prototipos de Lagunas de Estabilización construidos en la ZPEM por la calidad de los materiales, los buenos métodos constructivos implementados y la adecuada inspección durante su construcción, conservan en buen estado sus obras civiles. No obstante se observa que muchos Sistemas están sobrecargados por incorporación de nuevos sectores y de aguas pluviales, no contemplados en sus proyectos originales. Caso típico es el Sistema de Lagunas de Estabilización de Guayabones en el municipio Obispo Ramos de Lora, el cual con cierta frecuencia se desborda, afectando a la comunidad aledaña. Es importante decir que los sistemas de cloración implementados, que garantizan la desinfección del efluente, han sido hurtados y/o desmantelados.
Al analizar los prototipos de Lagunas de Estabilización implementados se observa que la configuración y ubicación de los dispositivos de entrada y salida de agua en las lagunas, prácticamente reduce a un tercio del volumen total el “volumen útil” de la laguna. Actualmente realizo una investigación que mediante simulación basada en Dinámica Computacional de Fluidos (Modelo MIKE21) permitirá estudiar las configuraciones de entrada y salida. Como avance de esta investigación podemos citar la reciente publicación de Ramírez, Espinosa, Jégat y Barreto en la Revista Ciencia e Ingeniería (Vol. 42, No. 1 pp. 113‐126, diciembre‐marzo, 2021), de la FI‐ULA.
Los distintos modelos de gestión implementados para la administración y/o gerencia de los sistemas de saneamiento en el medio rural no disperso en Venezuela, no fueron exitosos. Un denominador común a este fracaso parece ser la poca capacidad técnica local de los actores en las regiones. La Propuesta Organizacional para la Gestión de los Sistemas Lagunares presentada en el TDI es metodológicamente válida, novedosa y posible de implementar. Se basa en la percepción y actitudes que tienen los involucrados sobre el problema.
En la Parroquia La Esperanza del Municipio Andrés Bello de la Zona Panamericana del Estado Trujillo, existen instalaciones avícolas, agropecuarias e industriales entre las cuales destacan las Granjas Avícolas y las Plantas Beneficiadoras de Aves. Los Sistemas de Lagunas de Estabilización implementados en tratamiento de efluentes domésticos y municipales son similares a los descritos y tratados para la Zona Panamericana del Estado Mérida. Otro uso común de los Sistemas de Lagunas de Estabilización en esta zona es como sistemas depuradores de efluentes líquidos en instalaciones avícolas industriales como las Plantas Beneficiadoras de Aves. El ejemplo presentado en el TDI se corresponde con un caso típico. Estas instalaciones agroindustriales generan empleos formales y con todas las reivindicaciones legales para los trabajadores. De allí su importancia para el desarrollo endógeno de la zona. No obstante desde el punto de vista ambiental hay que hacer algunas acotaciones. Los efluentes líquidos de estas instalaciones industriales se caracterizan por sus altas cargas orgánicas, lo cual favorece la implementación de sistemas anaerobios para la depuración de los mismos. Los sistemas anaerobios a su vez potencian las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), Metano (CH4) y Óxido Nitroso (N2O), causales del Cambio Climático. Se pudo demostrar que la Planta Beneficiadora de Aves estudiada, en el año 2008, generó emisiones de GEI equivalentes al 88% de las emisiones de la Parroquia La Esperanza en ese mismo año.
Las Lagunas de Estabilización como tecnología de tratamiento son consideradas de bajos costos de implementación, operación y mantenimiento. Son sistemas simples de operar y mantener. Además, son compatibles con la implementación de Sistemas Integrados, bajo la óptica de reúso de efluentes y subproductos. La Zona Panamericana de los Estados Mérida y Trujillo, representa un territorio con idóneas condiciones físico‐naturales para su implementación.
Como se dijo anteriormente mi Trabajo de Incorporación tiene como finalidad reconocer y hacer visible el gran esfuerzo realizado por el Estado Venezolano ‐a través de sus Instituciones‐ en la depuración de los efluentes domésticos y municipales en el medio rural no disperso del país y en particular en la Zona Panamericana de los Estados Mérida y Trujillo. Es el primer paso de un arduo trabajo por hacer para rescatar infraestructura hidrosanitaria básica, a fin de lograr más salubridad en esta estratégica zona e impulsar el desarrollo regional desde adentro. Crear mejores condiciones de vida en el medio rural, permitirá arraigar y empoderar a sus habitantes del medio que le pertenece y en el cual son los actores fundamentales.
En mi última reflexión, ya para finalizar, quiero manifestar que me preocupa en gran medida la situación que atraviesan las Universidades Autónomas Venezolanas y el sector universitario en general. Todo mi ciclo de vida profesional como ingeniero ha discurrido dentro del ámbito universitario. Quienes nos hemos dedicado a aprender para enseñar, investigar y formar ingenieros, vivimos actualmente en una situación socio económica en extremo precaria, la cual hay que vivirla para creerla y entenderla. Literalmente el salario de un docente universitario no alcanza para vivir dos días. De igual manera nuestra seguridad social en la práctica no existe. La infraestructura universitaria en general se ha deteriorado por los muy escasos recursos para mantenimiento y el accionar permanente del hampa común. Por las razones que sean, se ha llevado a las Universidades y a los universitarios a un grado extremo de postración. Deseo advertir sobre las graves consecuencias de la actual postración universitaria, en la formación de los futuros ingenieros venezolanos.
Señoras y Señores agradezco su atención.
Ver Acto de Incorporación en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=EQjUSyibWF4