Dr. Arnoldo José Gabaldón Berti
Discurso pronunciado como Orador de Orden en la Sesión Solemne de la Academia de Mérida el 27 de noviembre de 2024.
Comienzo por manifestar, que me siento sumamente honrado y a la vez emocionado, por la invitación a pronunciar estas palabras ante la Academia de Mérida, conformada por tan distinguidas personalidades. Mis más genuinos agradecimientos a su Junta Directiva y muy especialmente a su presidente el Ingeniero Luis Alfonso Sandia Rondón.
Me uno igualmente a la celebración de los 65 años de Laboratorios Valmorca, empresa merideña que ha contribuido a conservar la salud de los venezolanos. Felicito muy especialmente a su Director Ing. Guillermo Valery, por su esfuerzo en mantener en operación y constante expansión a la empresa y le manifiesto mis más amplios agradecimientos por sus atenciones personales.
Deseo además expresar mi reconocimiento y simpatía al Profesor Fortunato González, por sus muy generosas palabras de presentación a mi persona, en el día de hoy.
Para desgracia de Venezuela ocurre que el derrumbamiento económico, social e institucional que hemos presenciado durante las últimas décadas, solo es comparable a las catástrofes sufridas por algunos países que han padecido conflictos bélicos de gran magnitud. Tal fue el caso, por ejemplo, de Alemania, Francia, Inglaterra y Japón, entre otros, después de la segunda Guerra Mundial.
Esta grave aseveración tiene sustento estadístico, como lo ha expuesto el economista José Manuel Puente, del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), en su trabajo: El colapso económico de Venezuela: análisis y soluciones, donde expuso: “En el año 2020 de acuerdo con la estimación del Fondo Monetario Internacional, el producto interno bruto de Venezuela cayó un 30%. De esta manera para el cierre del 2020 se evidencia una perdida cercana al 75% del PIB total en tan solo 7 años (2013-2020). Este resultado representa el peor desempeño macroeconómico en magnitud y duración en la historia contemporánea de Venezuela (1950-2020) y el peor de América Latina y el mundo (1980-2020)”
Por otra parte, el Dr. José Antonio Ocampo, exsecretario Ejecutivo de la CEPAL y exministro de Hacienda de Colombia, expreso (2023) en el mismo sentido: “la economía venezolana tuvo en 2023 un producto interno bruto que es menos del 30 % del de 2013. Era todavía un poco más grande que la economía colombiana en 2009; hoy es apenas la quinta parte».
Pero lamentablemente nuestro desplome no ha sido solo económico; en cuyo caso sería superable con políticas públicas acertadas de esa naturaleza. Nuestro derrumbamiento tiene la gravedad de ser además un percance social e institucional de gran magnitud, cuya solución es por lo tanto mucho más compleja.
Actualmente, es imprescindible para la sociedad venezolana plantearse como asunto pendiente de carácter existencial, revertir la tragedia antes expuesta. De allí que este discurso lo haya titulado: “Desafíos y prioridades nacionales para la reconstrucción de Venezuela” o lo que equivale a decir, para aproximarnos a su desarrollo sostenible.
Aspiro con estas palabras emitir un mensaje orientado en especial a los segmentos dirigentes del país en todos sus estamentos, aunque también obviamente, a la opinión pública general, para motivar la formación de consenso sobre cuales deben ser las verdaderas prioridades nacionales después del cambio político y en qué dirección sería deseable que todos empujásemos acompasadamente.
A continuación, comentaré sobre los aspectos que considero prioritario atender, aun cuando existen numerosos otros pasivos que pasare por alto, para no extender mucho estas palabras. Hay que descubrir en cada caso donde está la punta del ovillo que habrá que halarse para desembrollar la madeja. Para ello me apoyare en parte en los estudios realizados por el Grupo Orinoco, centro de pensamiento sobre desarrollo sostenible, que me correspondió coordinar durante sus 10 primeros años desde su creación.
- Alcanzar la gobernabilidad democrática
Un requisito indispensable para la reconstrucción es alcanzar la gobernabilidad democrática. Entendemos por esto, de acuerdo con el Profesor Oriol Prats, de Barcelona, España: “aquel estado de un país que, por un lado, evita la regresión autoritaria y, por otro, permite avanzar, expandir y aprovechar las oportunidades sociales, económicas y políticas. Así pues, implícito a la gobernabilidad esta la mejora del desempeño económico-social reforzado y generador de la mejora de lo político” (Oriol Prats, 2002)
El Estado que posee Venezuela actualmente no es gobernable. Max Weber definió el Estado, “como la institución que logra imponer el monopolio de la violencia legítima en un territorio. Si no lo logra es un estado fallido”. (Zaid, 2024). Actualmente el Estado venezolano, entre otra de sus falencias, no ejerce su dominio en alrededor del 40% de su superficie terrestre, por estarcontrolada por fuerzas paramilitares, extranjeras y nacionales. Ello, haciendo caso omiso del territorio Esequibo.
La gobernabilidad democrática del país en una situación tan compleja como la existente, demanda tener poderes públicos alineados con los objetivos de la reconstrucción nacional. Con los poderes públicos actuales: el Parlamento Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, eso es imposible. De allí que será indispensable resolver esa situación, so pena de que, si no se hace, hay gran riesgo de fracasar en el propósito perseguido.
- Atender con urgencia a los pobres y menesterosos
Solo, mediante represión, ha sido posible controlar la insatisfacción social que afecta a la mayoría de la población venezolana. Esa situación se hará presente, pero con mayor desasosiego, cuando el cuerpo social se sienta liberado, después de un cambio político. Tales estados de inestabilidad social han sido comunes en diferentes países en circunstancias similares. Ante eso se hace indispensable actuar con inteligencia y efectividad. Hasta ahora la mejor medida es resolver expeditamente algunas carencias críticas y sobre todo paliar el hambre. Eso, por ejemplo, es lo que habrá que hacer con la población de Gaza, una vez superado el trágico conflicto del Medio Oriente.
Durante la profunda depresión económica que afectó a los Estados Unidos de América a partir de los años 1928/29 una de las medidas clave que con gran éxito adoptò el gobierno del presidente Franklin Delano Roosevelt, a partir de 1933, fueron los programas sociales para generar nuevos empleos, dar de comer a los hambrientos y activar el medio rural para aumentar la producción de alimentos, entre otros. Así pudo sortearse la profunda agitación social prevaleciente y superar la crisis para emprender un curso de sostenida recuperación económica y social.
- Volver a la producción de hidrocarburos.
Asdrúbal Baptista, mi inolvidable amigo, distinguido merideño, planteo con incomparable claridad, lo que significaba el agotamiento del estado rentista y la necesidad de un nuevo estilo de desarrollo (Baptista, 2010).
Después de cerca de medio siglo de estilo de desarrollo rentístico, se fueron acumulando tan perversos hábitos administrativos e individuales, que alcanzar un desarrollo sostenible requerirá de profundas reformas institucionales y en la cultura ciudadana. Los venezolanos, en general, no pueden seguir encarando el porvenir con las mismas conductas que tuvieron en el pasado.
Este habrá de ser otro de los puntos altos de nuestra agenda nacional. Tenemos que ser ambiciosos con relación a lo que esperamos del cambio político. Debemos aspirar mucho más que un simple relevo de gobernantes. Salir de la situación actual será una oportunidad para que nos planteemos mudanzas realmente trascedentes en la cultura ciudadana, para volverla proclive a la adopción de un nuevo estilo de desarrollo sostenible post petrolero.
Ante la ruina fiscal en que está el país, una de las vías más expeditas para incrementar los ingresos necesarios para volver a echar adelante y encarar la crisis, la ofrece actualmente nuestra estigmatizada industria petrolera. Estamos en condiciones favorables para aumentar la producción de hidrocarburos y colocar la mayor parte de ella en Norte América y Europa. Eso es lo que parecen indicar los escenarios internacionales determinados por la geopolítica (Romero,2024).
La rehabilitación de la industria nacional de hidrocarburos, con una amplia participación del capital privado doméstico y foráneo, es factible si establecemos un clima político apropiado, creamos confianza para que venga la inversión y hacemos las reformas legales necesarias.
Para los que creemos en el desarrollo sostenible, decir esto puede parecer una blasfemia. ¿Como es que los que somos partidarios de luchar contra el calentamiento climático, disminuyendo la quema de combustibles fósiles, aboguemos por que se aumente su producción en nuestro país? Eso es totalmente cierto. Pero estamos en situación de extrema emergencia y hay que actuar con prudente pragmatismo ahora, para luego enderezar las cargas más adelante y darles prioridad a las medidas para el control o adaptación al cambio climático. La transición energética en plena marcha, puede seguramente ofrecernos esa oportunidad.
- Rescatar la educación
Simón Rodríguez, con la perspicacia que lo caracterizó como pedagogo, después de alcanzarse la independencia de España, propuso lucidamente que el sistema de educación pública de la época, que, aunque muy atrasado formaba jóvenes: colonos, autócratas y monárquicos, debía cambiar radicalmente a otro sistema formador de ciudadanos libres y republicanos (Grases,1993). No es eso diferente a lo que está planteado ahora después de un largo proceso de autoritarismo durante el cual se han sembrado conductas sociales inconvenientes.
Con seguridad, el obstáculo más importante que habrá que superar para un desarrollo sostenible futuro, será el ineficaz y atrasado sistema de educación pública primaria, secundaria y universitaria, que tenemos.
Con seguridad no fue esa la situación que nos legó el ministro de Educación Antonio Luis Cárdenas, individuo fundador de esta Academia, cuando concluyo su exitosa gestión en el Ministerio de Educación en 1999.
El progreso de los pueblos se sustenta primariamente en la calidad de sus recursos humanos. Un análisis sobre el estado del sistema de educación pública en la actualidad lleva a la lamentable conclusión, que, incluyendo la educación universitaria, se encuentra en situación absolutamente crítica, para formar los hombres que el país necesita. Por lo tanto, es de urgencia abocarse a resolver los problemas que afectan todo el sistema.
Especialmente, la problemática de la educación pública universitaria en gran medida destruida. Sera indispensable modificar la Ley de Universidades de 1958 reformada en 1970.
Las universidades venezolanas del futuro deberán seguir siendo autónomas y democráticas, pero su modelo de gobernanza podrá ser heterogéneo, dependiendo de otros múltiples factores condicionantes, como lo serán las posibilidades de autofinanciamiento, la oferta de carreras, las particularidades de su entorno regional, los modelos exitosos en otros países, entre varios factores. El enfoque rentístico deberá ser abolido del ámbito universitario.
De la suerte de este proceso para rescatar a nuestras principales casas de estudio, como es el caso de la Universidad de los Andes, dependerá en alto grado la recuperación de nuestro desvencijado aparato de ciencia y tecnología, en circunstancias en que no hemos hecho sino retroceder en este campo durante los últimos años, como lo demostró Bonalde y Montañés (2023) en su estudio: Producción de conocimiento en Venezuela 1970-2022, publicado en un Boletín de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, en el cual se indica que mientras el total de publicaciones científicas descendió de 1650 en el 2008, a 637 en el 2022, Venezuela cayo en ese lapso al undécimo lugar de producción científica en América Latina.
En la educación primaria y secundaria un problema muy serio es el relativo a la disponibilidad de docentes idóneos. No se trata solamente de procurar una remuneración apropiada, lo cual es en todo caso indispensable, pero, además, abocarse a revisar lo que pueda incidir a lograr la suficiencia de su producción y su mejor formación.
Existe el convencimiento que la organización establecida para generar la capacidad docente, exige cambios profundos. No se están formando los maestros y profesores necesarios, ni ellos alcanzan una preparación compatible con los retos culturales y técnicos que necesita la acelerada evolución global de la humanidad.
La dimensión del problema educativo es de tales proporciones que aproximarse a su solución administrativa, financiera y humana, hace indispensable la alianza publico privada. Esa alianza, que ha arrojado resultados halagadores en determinados casos como los del movimiento Fe y Alegría, ha de ser ampliada para que la sociedad civil se haga cada vez más corresponsable del proceso educativo. Igualmente, los diferentes sectores del país y muy especialmente el sector productivo tan dependiente de la buena calidad de sus recursos humanos.
El próximo gobierno democrático, desde su primer día, deberá declarar a la educación pública como el asunto de mayor prioridad nacional.
- Una economía estabilizada.
Desde siglos atrás se conoce que la prosperidad de un país depende de su estabilidad económica, de que se respeten sus equilibrios macroeconómicos, de que la inflación este controlada, de que se ahorre e invierta lo suficiente para crecer a un ritmo apropiado y de que se proteja la propiedad privada. Así lo concebía el estadista merideño Alberto Adriani en 1936, quien hacia énfasis en la necesidad de que los recursos generados por el petróleo, un capital natural no renovable, que para esa época Venezuela ya había comenzado a explotar con intensidad, se destinaran preferentemente a la inversión en otras actividades productivas, como la agricultura y la industria, induciéndose como objetivo nacional la diversificación económica del país, como lo expreso uno de sus biógrafos, Miguel Szinetar Gabaldón (1998), profesor de la Universidad de los Andes.
Pero ninguna de las condiciones citadas se cumple en la actualidad. Por lo tanto, vamos a requerir una gestión económica sensata y acertada, que comience por la renegociación de la deuda pública externa cuyos intereses no se pagan desde el 2017, ya que el tesoro público esta arruinado. Una administración hacendaria más austera que obedezca a estrictas prioridades administrativas y que le ponga orden a un sin fin de erogaciones superfluas.
- Dar de beber al sediento y alumbrarlo en la oscuridad.
Que inmensa contradicción la que tenemos. En un país inmensamente rico en recursos hídricos y energéticos, la mayoría de su población está afectada por uno de los sistemas de acueductos más mal mantenidos y administrados que cabe pensar. Otro tanto podemos decir sin ninguna exageración, del sistema de suministro eléctrico, o “servicio de servicios”, como suele denominarse.
En ambos servicios públicos de primera necesidad, se conoce perfectamente lo que hay que hacer y será deseable alcanzar victorias tempranas en su recuperación, en circunstancias en que será relativamente fácil obtener financiamiento externo para la rehabilitación de ambos servicios públicos. El apreciar que se resuelven con celeridad, fallas tan ostensibles en servicios públicos básicos, le dará optimismo a la población para enfrentar los duros tiempos por venir.
- El regreso a la órbita de occidente.
Venezuela quiérase o no, corresponde a la órbita de occidente, entorno con quienes hemos establecido secularmente, relaciones culturales, económicas, científicas y tecnológicas. Ahora tendremos nuevamente que reinsertarnos con dignidad y decoro en esa dirección. Pero para eso será muy importante establecer una clara visión estratégica.
En la Alemania totalmente destruida por la Segunda Guerra mundial, su primer estadista después del conflicto, Konrad Adenauer, figura clave para su resurgimiento posterior, según Henry Kissinger (2023), tuvo la inteligencia para determinar que el eje de su política exterior tenía que ser que Alemania se integrara completamente a una Europa Occidental unida y fortaleciese sus vínculos especialmente con los Estados Unidos de América. Que duro debió ser para el líder de la nación derrotada mantener obstinadamente esa línea, pero así pudo reconstruir las bases socioeconómicas para que Alemania fuese nuevamente otra gran potencia.
Nuestra política exterior después del cambio político va a requerir también la mano luminosa de un estadista, que como otro ilustre merideño el Dr. Caracciolo Parra Pérez, mostro cuando fue Canciller de Venezuela durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. A mi apreciado compañero de gabinete el Dr. Simón Alberto Consalvi, también hombre de esta provincia, le oí decir en una oportunidad que él consideraba que el Dr. Parra Pérez había sido el ministro de Relaciones Exteriores más brillante y capaz que había tenido el país en toda su historia. Vamos a demandar un personaje de esa talla para reconstruir nuestras relaciones internacionales de manera cónsona con los equilibrios que nos corresponde mantener y poder reencontrar el curso ahora totalmente díscolo que seguimos.
Acotación Final
Mi larga vida me ha permitido apreciar que las percepciones individuales sobre la amplia gama de problemas de un país no siempre son compartidas por todas las personas con quienes nos corresponde interactuar. De ser este el caso a ellos les pido excusas. Mas, los invito a dialogar, seguro que los mayores avances de un país se logran cuando se pueden alcanzar los más amplios consensos políticos y sociales.
La reconstrucción democrática de Venezuela no será una empresa fácil. Va a requerir manos muy diestras y sobre todo honestas, para conducirla; una sociedad civil con templanza y paciencia en el tiempo para alcanzar los objetivos que aspiramos y unas fuerzas armadas más proactivas en la defensa del estado de derecho. La democratización de esta última institución será otro de los aspectos prioritarios que debemos encarar.
Señoras y señores: deseo que la Academia de Mérida, en las manos competentes y briosas de Luis Alfonso Sandia Rondón y de su Junta Directiva, continúen con su labor orientadora de la sociedad, contribuyendo así con el esfuerzo pendiente para superar las angustias propias del presente y a empinarnos frente a los desafíos del futuro para que podamos resolverlos.
MUCHAS GRACIAS
Fuentes de Información
- Baptista A.(2010) Teoría Económica del capitalismo rentístico. Banco Central de Venezuela. Caracas
- Bonalde I, Montañés B. (2023) Producción de conocimiento en Venezuela 1970-2022. Boletín de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales Vol. LXXXIII, N.º 2, pp. 1-11 Caracas.
- Grases, P. (1993) Un paso cada día. Obras 19. Editorial Seix Barral. Barcelona
- Kissinger, H. (2023) Liderazgo. Debate. Pinguin Colombia. Bogotá.
- Ocampo J. A. YouTube Debate, France 24 español.
- Oriol Prats, J. (2001) El concepto y el análisis de la gobernabilidad. joanoriol.prats@iigov.org
- Puente, J.M. Venezuela, 1980-2022: La historia de un colapso que pudo ser evitado. Discurso de incorporación a la Academia Nacional de Ciencias Económicas., 6 de Junio, 2024
- Romero E. (2024). Charla expuesta en el Grupo Orinoco. Caracas
- Szinetar Gabaldon, M. (1998) El Proyecto de Cambio Social de Alberto Adriani 1914-1936. Centro de Estudios del Desarrollo, Caracas. p. 70
- Zaid, G. (2024) en Dígalo ahí, 30 de septiembre, originalmente publicado en Letras Libres. México
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